“Cuando buscan una casaca, ¿qué buscan?”, le pregunta Rolo a sus compañeros del Encuentro Camisetero en la escena inicial de Coleccionistas de camisetas, caminos de una pasión, un documental que se estrenó el viernes 20 en la Biblioteca Nacional y aborda el increíble mundo del coleccionismo de camisetas de fútbol, un fenómeno de escala mundial pero con particularidades argentinas.
Esa inquietud inicial tiene una respuesta coincidente entre quienes participan de esa reunión: la historia. Detrás de cada camiseta hay un simbolismo que trasciende el simple trozo de tela que puede implicar para quien no se involucra desde la aventura, el juego y la emoción. Y detrás de cada colección que se construye, hay una persona que revela su historia. De eso se trata el documental.
Matías Luque es su director y se propuso “retratar personas que sigan haciendo cosas con pasión, que sigan vinculados a deseos que tuvieron cuando fueron chicos, que sigan conectados de alguna manera con su niño interior”. Con esa propuesta, aparecen cuatro historias destacadas que sintetizan un universo más amplio, que ameritaría más de un documental:
1) Guido Martín Olivetto, coleccionista de Yupanqui, ex vicepresidente y autor de un libro dedicado a la historia de su club: 85 años en celeste y rojo, publicado en 2022.
2) César Garay, investigador de la vida y obra de Nueva Chicago. Más conocido como «El Profesor», se interna en la Biblioteca Nacional en búsqueda de información y de reconstruir cada capítulo del club de Mataderos. Mucho más que camisetas.
3) Hernán “El Doc” Braunsteni es quien más acapara las miradas ya que tiene casi 3500 camisetas de clubes de todo el país y porque, desde su rol de médico oncólogo, establece una relación con sus pacientes que, muchas veces, termina con una nueva camiseta en sus manos a modo de agradecimiento.
4) Daniel Camargo tiene “El Museo del Polaco”. No se especializa en ningún club en particular, no busca el infinito como Braunsteni, sino que se enfocó en un jugador: Adrián “Polaco” Bastía, que supo ser un símbolo de Racing y hoy dirige, a sus 45 años, a Totoras Juniors de la Liga Regional Totorense.
Aunque el hecho de coleccionar está asociado a un acto individual, Eduardo Agro tuvo una idea que le dio espíritu grupal a cada uno de estos coleccionistas: nuclearlos en un espacio común, fomentar el intercambio, generar grupalidad y proponer que una mirada externa se instale sobre ellos, que conozcan y reconozcan lo que hacen. Así nació en 2022 el Encuentro Camisetero y no tiene atisbos de parar. El 10 de agosto se realizó la Expo Feria número 15 y este sábado 28 se realizó otro nuevo evento en el Club Ciudad de Buenos Aires.
Eduardo tiene 47 años, estudió marketing, pero trabaja como tester funcional de software. Su verdadera pasión está en otro lado y es una mezcla entre el fútbol, el coleccionismo y la capacidad de emprender distintas iniciativas. “Hoy Encuentro Camisetero representa un porcentaje importante de mi tiempo, y una desconexión de los problemas diarios. Obviamente trae otras discusiones, como en toda organización, pero cuando la gente viene y te agradece porque el evento les gustó, te das cuenta que es tiempo invertido”.
Una de las preguntas que desde afuera surgen ante los tamaños y las variedades de ciertas colecciones es cómo hacen, dónde consiguen lo que consiguen. Eduardo, quien a su vez gestiona su propio espacio titulado La Última Camiseta, cuenta que las redes sociales ayudan al coleccionista. Agrega también a las ferias de ropa en distintos lugares y señala que “mucha gente tiene parientes que fallecieron o se fueron del país, y no saben lo que tienen y lo tiran en las ferias por dos mangos”.
Dentro del eje “cada camiseta tiene una historia”, el Doc Braunsteni corre con ventaja ante la dimensión de su colección. Al no estar enfocada en un club determinado o en un futbolista como es el caso de Bastía, se multiplican las identidades que están desparramadas en un depósito que es de su padre, el lugar donde encuentra su felicidad. Pero también la conexión establecida con pacientes que van a tratarse con él le da un plus, un sentido a todo lo que ha ido generando Braunsteni. “La gratificación que hay con el paciente de conseguirme la camiseta me mejoró mucho la relación con él”, comenta orgulloso y ahí aparece, por ejemplo, la camiseta del Club Atlético Itatí, de Federal, Entre Ríos, obsequio de una paciente que se trató un cáncer de mama.
Si hablamos de coleccionismo de camisetas es para destacar la historia de Dylan Forcinitti, quien estuvo a punto de entrar en el récord Guiness –hará un nuevo intento– como el mayor coleccionista de camisetas de un mismo país de clubes diferentes a nivel mundial. Dylan es el creador de Museo del Ascenso, un sitio increíble donde se puede ver el detalle de las casi 7000 prendas que posee y las diferentes muestras que supo realizar en los más recónditos lugares del país. “A mí no me gusta solamente coleccionar camisetas, sino conocer la historia de cada una que consigo, visitar las localidades, conocer a la gente, aprender de la geografía, de la historia del lugar y ser parte por un momentito de cada rincón”, dice quien hoy, además, es presidente del Deportivo Bangladesh, club fundado en 2022.
“No olvidarse de ser un niño nuevamente”, afirma Luque en relación al mensaje de Coleccionistas de Camiseta. En casi todos los testimonios aparece esa reconexión con la infancia, ese viaje nostálgico a un pasado sin preocupaciones. “Esto nos devuelve a que la vida es mucho más simple de lo que pensamos” es la frase final del documental en boca de Olivetto y oficia como una síntesis perfecta de un grupo de personas que persigue el sueño más simple y complejo de todos: ser felices.