Quieren quedarse con lo que ni siquiera necesitan”, definió alguna vez el periodista Víctor Hugo Morales durante un picado en la puerta del Enacom a la censura que ParesTV sufrió por parte del Grupo Clarín. La pelea del canal comunitario de Luján, que llevaba en su pantalla los partidos de Flandria hasta que la empresa TRISA, de Clarín, metió la cola ante la justicia federal para pedir la inconstitucionalidad de un conjunto de artículos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ahora también tiene su libro. En Fútbol, propiedad privada, del periodista y abogado Mariano Suárez, se recorren las siete décadas de fútbol televisado bajo reglas oscuras en la Argentina. El caso del canal comunitario y su pelea contra el gigante es la llave para contar desde una historia mínima un tema central de la cotidianeidad argentina.
“Es un tema muy poco investigado pese a su notoria relevancia para entender la industria del fútbol. También -cuenta Suárez, el autor del libro- es interesante ver el rol del Estado en los distintos momentos de la historia. No hay tanto material porque es un tema incómodo para cierto periodismo”. Lo que sucedía con ParesTV y los partidos de Flandria, como con otros equipos del Ascenso, es que, cuando TRISA dio de baja esa transmisión, los hinchas se quedaron sin ver a su equipo porque tampoco el canal TyC Sports televisa todos los partidos. La opulencia hecha meme.
“La historia de ParesTV habla sobre el modelo de comercialización del fútbol. Es claro que vender los derechos en un paquete de todos los partidos para todas las plataformas, incluso para ‘las plataformas que aún no existen’, como dicen los contratos, sin una zona de reservas para los derechos de la audiencia, es ilegal. Es incompatible con la legislación argentina vigente”, relata Suárez acerca de la pelea en la justicia federal que lleva más de cinco años. “El caso es particular, la posición abusiva llevada al extremo, porque bloquean algo que ni siquiera transmiten. Me parece que es un llamado de atención claro. Si no llama la atención, es porque hay una mirada indulgente”, completa Suárez.
A contramano de lo que pasa en otros ámbitos, los avances tecnológicos y las nuevas formas de comunicación no permiten que las audiencias tengan acceso más sencillo a los partidos. La prueba está en el caso de ParesTV y en la censura que también sufrieron otros medios partidarios de equipos del Ascenso, que llevó a darle forma al movimiento de Medios Partidarios Unidos, con la misma problemática que el canal de Luján.
“Hoy las principales plataformas digitales son también expresiones de un sistema hiperconcentrado a escala mundial. Y lo que vemos en la Argentina es que operan en forma funcional también a los medios tradicionales. En el caso de Pares, por ejemplo, la plataforma de YouTube te bloquea preventivamente en forma cíclica ante reclamos que hacen empresas que tienen distintos robots haciendo denuncias cuando presumen que alguien levanta sus imágenes. Ante eso, las plataformas bloquean la cuenta o los videos de Pares. Y obvio que si Pares presenta una queja sobre Canal 13 o Telefe por levantar material de Pares, como ha pasado, YouTube no opera de la misma manera suspendiendo preventivamente la cuenta de Canal 13 o Telefe”, describe Suárez.