El alargue se termina. No queda nada. O casi, apenas unos segundos para que Francia construya otro ataque, el primer mano a mano de la final. Kolo Muani eligió un costado y Emiliano Martínez estiró el pie izquierdo como nunca, con estilo de handball y desactivó la victoria de la Selección europea. Era la atajada que necesitaba para ir a los penales, su momento, la hora de apagar a Francia para quitarle la Copa.
«Otra vez la peleamos, nos empatan el partido, era el destino sufrí, nos pusimos tres a dos y nos empatan, después hice lo mío, lo que soñé (atajar el penal de Kingsley Coman), no tengo palabras» para agradecer, dijo apenas terminada la final 4 a 2 por los penales.
En los penales el «Dibu» dijo que estuvo «tranquilo, se lo debía a mis compañeros, no pude atajar los tres goles y después hice todo bien», expresó el arquero del Aston Villa de Inglaterra. Por último le dedicó el triunfo a los compañeros «de Inglaterra».