Cuando iban cinco minutos del partido entre Banfield y Racing una avioneta sobrevoló el Florencio Sola y arrojó 30 mil volantes. La escena generaba intriga. ¿Qué serán esos papelitos?, se preguntaban los plateístas, mientras las hojas planeaban y demoraban su caída. Los papelitos, al cabo, también preguntaban: Nosotros estamos en Banfield, ¿Santiago Maldonado dónde está? Aparición con vida ya.
La movida fue organizada por un grupo de socios, después de la negativa oficial de que el equipo posara, como ya lo hizo Temperley en la primera fecha y muchos equipos del ascenso, con una bandera que exigiera la aparición del joven desaparecido desde el 1° de agosto. Por la voz del estadio y en el cartel electrónico sí estuvo presente el reclamo. El 17 de Septiembre es una fecha rodeada por desapariciones y memorias. Si tomamos el día anterior, la memoria nos lleva al recuerdo de La Noche de los Lápices en el año 1976 y si tomamos el día siguiente irremediablemente el recuerdo se fija en la presencia de Jorge Julio López y su segunda desaparición forzada en el año 2006. Nosotros no queríamos naturalizar esto que está pasando, con un desaparecido en democracia por las fuerzas del Estado, e ir a ver un partido de fútbol como si nada. Sentíamos que había que hacer algo, explica uno de los organizadores de la movida.
Muchos de los que tuvieron la iniciativa de contratar una avioneta para difundir el pedido por Santiago son los que participaron de la Multisectorial Chau Pozo, que logró que por primera vez en la historia se cerrara un ex Centro Clandestino que seguía funcionando como dependencia policial de la Bonaerense. Por el Pozo de Banfield, justamente, los chicos y chicas que sufrieron La Noche de los Lápices hace 41 años. El cierre fue el 16 de Septiembre de 2006, exactamente dos días antes de la segunda desaparición de Jorge Julio López.
En la primera fecha de esta Superliga, Banfield abrió el campeonato ante Belgrano y en los alambrados del Florencio Sola una bandera pidió por Santiago. Ayer, esa bandera estuvo en la platea, justo encima del banco de suplentes visitante. Los motivos fueron dos: primero para que el resto de los hinchas pudieran ver la bandera y segundo porque los controles policiales son más leves en el ingreso a la platea que a la popular. La Aprevide había pedido que la bandera no ingresa. Igual estuvo. La Policia Bonaerense pidió que la retiraran durante el entretiempo, pero luego de una discusión los hinchas lograron que siguiera allí.
Esta vez, no estuvo sola en el reclamo: la acompañaron esos 30 mil volantes que cayeron de la avioneta.