A Alberto Fernández le pasa lo que a todos: le cuesta hablar de Diego Maradona en pasado. Conocida la noticia de su muerte, el presidente salió al aire en TyC Sports y afirmó: “No se va a morir nunca, es imposible pensar que se ha ido. No se va a ir porque en la memoria colectiva va a estar presente siempre, va a ser imborrable. Es una pérdida horrible. Desde el lugar que le tocó solo nos hizo felices, solo luchó con dignidad por dejarnos bien parados en el mundo”.
“¿Qué argentino de bien puede recriminarle algo a Diego? ¿Con qué autoridad moral alguien podría decir algo de Diego? Los seres humanos vivimos como podemos, y él de lo único que se ocupó es que nosotros cada vez que lo necesitamos estuvo ahí para poner lo mejor de él y nos llenó de gloria y alegría. El momento de mayor gloria del fútbol argentino lo tuvimos con Diego, el día de hoy seguimos viendo el gol a los ingleses y nos seguimos conmoviendo. ¿Qué más podíamos pedirle?”, recordó el presidente quien no pudo parar de agradecerle a Maradona todo lo que hizo por el fútbol y por los argentinos.
La primera vez que lo vio, se lo cruzó en la calle, cuando iba pie a la Facultad de Derecho y Diego era jugador de Argentinos, su equipo, y que tiempo después su trabajo en la político lo llevó a conocerlo de más cerca. “Lo mejor de Diego, que a muchos irritaba, es que era un hombre absolutamente genuino, no era impostado. Expresaba todo con la fuerza con la que jugaba al fútbol, defendía lo que quería, maltrataba lo que odiaba, eso era Maradona en estado puro y seguramente es un buen exponente del común de lo que somos los argentinos, muy viscerales”, lo definió y a la vez lo defendió ante ciertas críticas y cargas que recibió durante toda su vida: “Diego ha vivido como ha podido, cada uno encuentra la felicidad del modo que puede, pero a él le cargamos la mochila que tiene que ser el ejemplo de todos. Es un hombre que nos llegó de alegría, no tenemos recuerdos tristes, aun en la derrota en Italia estábamos felices con ver ese equipo y ese Diego protestando porque chiflaban el himno y sacando el pecho y peleando cada pelota”.
Hincha fanático de Argentinos Juniors, Fernández vio a Maradona jugar desde Cebollita, en los entretiempos del equipo profesional y en marzo de este año se dio el gusto de abrirle el balcón de la Rosada nuevamente, como en los festejos del Mundial 86. “En Argentinos lo disfrutamos de muy chiquito, tengo recuerdo imborrables. Cuando le metió cuatro goles a Gatti en la cancha de Vélez. Para nosotros era ‘ven que podemos’, sentíamos que éramos los más poderosos del mundo con Diego porque Diego es todo.
Si la familia quiere, puede ser velado en el estadio de Argentinos Juniors”, conto como hincha del Bicho, uno de los privilegiados que lograron disfrutarlo desde su adolescencia.