En días de fiebre del Mundial, un grupo de cuatro amigos del oeste del Gran Buenos Aires -un sodero, un informático, el secretario de un club afiliado a la AFA y el empleado de una casa de quinielas- se propusieron un objetivo que, seis meses después, ya dio varios pasos y está a punto de cumplir los últimos, los decisivos, los finales: crear un club, el Deportivo Bangladesh, que participe en alguna de las ligas afiliadas a la AFA.
Aunque aún se está tramitando la personería jurídica, los fundadores ya le pusieron una fecha al nacimiento del Deportivo Bangladesh: el 16 de diciembre de 2022, o sea dos días antes de la final ante Francia, cuando las imagenes de cientos de miles de bangladesíes apoyando a la selección argentina ya se habían viralizado en nuestro país.
Pasión por Bangladesh
Desde entonces, el amor entre dos países a priori tan lejanos creció a pasos agigantados: Argentina abrió una embajada en Daca, un futbolista bangladesí estuvo a punto de firmar con Sol de Mayo de Viedma (el pase se anunció como cerrado pero Topu Barman nunca llegó al club que juega en el Federal A) y un fanático argentino viajó a la capital del país asiático como una promesa por si la selección ganaba el Mundial.
El líder del Deportivo Bangladesh es Dylan Forciniti, un amante del fútbol argentino que también preside el Museo del Ascenso, una formidable colección de 7.000 camisetas de fútbol de todo el país, también las de ligas del Interior, por dentro o por fuera del Consejo Federal (órgano afiliado a la AFA). El fin de semana pasado, Forciniti y los otros pioneros del nuevo club -Leando Gallicchio, Matías Zamora, Cristian Dodero) se reunieron con parte de la colectividad bangladesí en Argentina, unos 2.000 inmigrantes, muchos de los cuales aún no hablan español. Los presentes dieron su aprobación.
El club será inscripto en San Andrés de Giles y competirá, según trascendió, en la Liga de Mercedes, una de las más antiguas del país, a partir de 2024. Con el apoyo de la Federación de Fútbol de Bangladesh, el equipo podría antes realizar una gira por el país asiático. Ya está la camiseta: verde y roja, como los colores de la bandera bangladesí con una imagen de Diego Maradona, mientras que los jugadores y el técnico serán absorbidos de diversos clubes de San Andrés de Giles y de Mercedes.
«En tres días se vendieron más de 100 camisetas», se entusiasma Forciniti, el forjador de un nuevo vínculo entre los dos países que forman la pareja futbolera más inesperada.
