Lo que se llegó a especular que sería una conferencia para anunciar su renuncia, fue un seminario sobre cómo preparar partidos de fútbol. Marcelo Bielsa convocó a la rueda de prensa de manera sorpresiva, llevó un power point y estableció allí su defensa sobre el caso del colaborador al que envió a mirar el entrenamiento del Derby County, el último rival del Leeds, su equipo, lo que en la prensa inglesa llaman el SpyGate. Por el episodio, la liga evalúa una sanción deportiva para el equipo que marcha puntero en el Championship, la segunda división inglesa. El entrenador explicó que ver los entrenamientos forma parte de la acumulación de información que realiza sobre cada oponente: “Observé -dijo- los entrenamientos de todos los rivales”.
“No puedo hablar inglés -les dijo a los periodistas- pero les puedo hablar de los 24 equipos del campeonato“. Preanunciaba una conferencia extensa, un Bielsa de antología que dejaba de lado cualquier versión acerca de su salida anticipada del Leeds. Hay que leer las reacciones de los hinchas a los tuits con textuales de la cuenta oficial del club inglés: “¿Cuándo construimos la estatua?”, “Este hombre es mejor entrenador que Ferguson. Déjenlo ordenar el Brexit. Es Dios”, “Podés hablar a través de mi corazón”, “Nunca estuve tan orgulloso de mi club, más enamorado. Gracias, Marcelo”.
Es que cuando la semana pasada el Derby County detectó a un espía de Bielsa en uno de los entrenamientos del equipo, lo que siguió fue un escándalo. El Leeds ganó su partido y Frank Lampard, el técnico rival, se quejó ante la prensa. Dijo que Bielsa tendría que saber que eso no se hace en Inglaterra, que quizá se hace en la Argentina, pero que debiera conocer las reglas y los códigos del país al que va a trabajar. Mauricio Pochettino, entrenador del Tottenham, discípulo de Bielsa, intentó minimizar el asunto. Bielsa pidió disculpas, pero se negó a prometer no volver a hacerlo. “Eso sería una actitud infantil”, dijo.
El asunto, con el Leeds como puntero y gran candidato al ascenso, escaló. En las últimas horas, se especulaba con sanciones al equipo. Eso desató la versión de que Bielsa, para no perjudicar la marcha del Leeds, ofrecería su renuncia. Pero esto quedó descartado apenas el entrenador desplegó su exposición frente a los periodistas, quienes, en realidad, esperaban tener un encuentro este jueves. Pero se toparon con un alegato de una hora y media.
-Muchas personas han opinado sobre mi comportamiento. Muchos condenan el comportamiento diciendo que no fue ético, no fue moral. Un punto del que me gustaría hablar es que voy a hacer que sea más fácil para la investigación de la liga. Voy a dar la información que necesita. Lo que he hecho no es ilegal. Podemos discutirlo, no se ve como algo bueno, pero no es una violación de la ley. Sé que no todo lo que es legal es correcto.
-Alrededor de 20 integrantes del staff crean un volumen de información que no es absolutamente necesario. No define el camino de la competencia. Entonces, ¿por qué lo hacemos? Porque nos sentimos culpables si no trabajamos lo suficiente, y sentimos que nos acerca a una victoria, aunque no fuera cierto.
-Lo que estoy tratando de hacer con esto (mostrar las imágenes y análisis) es demostrarles que les dije la verdad, que no conseguí una ventaja injusta.
-Toda la información que estos informes tienen responde a las preguntas que me he hecho a mí mismo durante los últimos 30 años sobre los rivales. Recopilamos toda esta información de los 31 partidos.
-Miro a cada jugador y sé cuántos minutos ha jugado en cada juego.
-Para concluir, como vamos a jugar contra el Stoke (el sábado, al mediodía de la Argentina) y es difícil para nosotros analizarlos ya que sólo han jugado unos pocos partidos con un nuevo entrenador (Nathan Jones), analizamos los 26 partidos que jugó con Luton (el anterior equipo de Jones) y también analizamos los escenarios tácticos que utilizó.
Caminando, yendo y viniendo como acostumbra, mientras su sombra se posaba sobre las pantallas que mostraban listados, planillas de Excel, información, software específico y videos, Bielsa explicó que las acciones de sus oponentes pueden resumirse, para él, en editados de cuarenta minutos. Pero a los jugadores les llegan sólo ocho minutos. Cada partido, dijo, puede llevar unas trescientas horas de trabajo. No se sabe qué decidirá la liga, incluso con la sinceridad acerca de que vio otros entrenamientos, pero ahora todos hablan en Inglaterra sobre el método de trabajo de Bielsa. Sobre qué hay detrás del Leeds puntero. Bielsa no quería que el SpyGate tapara todo.