“Hasta hoy Güemes se venía culeando a la negrita del pueblo, la que se culean todos, la que tiene olor a pingo -dice Diego Kofler, preparador físico del Club Atlético Güemes de Santiago del Estero, en la previa a la final ante Villa Mitre de Bahía Blanca por el primer ascenso del Federal A-. Y acá tengo una rubia que se llama Nacional B. ¡A esa me la quiero culear!”. La arenga, aberrante y machista, no fue suficiente: en la definición del lunes en Córdoba por el ascenso a la Primera Nacional (“Nacional B”), el árbitro transformó un penal y expulsión en contra de Güemes en tiro libre y roja y, 12 minutos después, emparejó con doble amarilla y roja a un futbolista de Villa Mitre a partir de una falta inexistente. El 1-1 derivó en penales, y ascendió Güemes, que el año pasado también había subido con arbitrajes escandalosos del Regional Federal. Con los descensos suspendidos hasta 2022, Santiago del Estero tendrá por primera vez tres equipos en las dos principales categorías del fútbol argentino: Central Córdoba en la Liga Profesional, y Club Atlético Mitre y Güemes en la Primera Nacional.
Aunque haya nacido en Rosario en 1979, de Santiago del Estero es Pablo Toviggino, secretario ejecutivo de la AFA -y ahora tesorero-, siempre la mano derecha de Claudio Tapia, reelecto como presidente en una asamblea virtual hasta 2025. También de Santiago es Guillermo Raed, presidente de Mitre y vice tercero de la AFA como representante del Ascenso del Interior. Pero es a Toviggino al que le atribuyen un alto poder de decisiones. Juego propio más allá de Tapia. De perfil bajo, no le gusta que le saquen fotos. Tampoco es muy futbolero: dueño de campos y de un centro de equitación, su pasión son los caballos. Si Tapia era llamado “El Comandante” entre los dirigentes en su campaña hacia la AFA, Toviggino era “El Jinete”, ya que recorría las provincias en busca de votos como hombre fuerte del Consejo Federal, órgano que rige el fútbol del Interior: 223 ligas, 3500 clubes y un territorio que se extiende de Ushuaia a La Quiaca. Antes de las elecciones, Tapia había colocado a Toviggino como vicepresidente de Barracas Central para poder incluirlo en el futuro Comité. Le dio un cargo clave a su armador político: secretario ejecutivo, el único rentado de la AFA, su jefe de Gabinete. En 2015, Toviggino había sido denunciado por compra de voluntades en favor de Luis Segura. Fue el “38-38”. “Desconozco la denuncia -dijo Toviggino, quien además había sido uno de los cuatro integrantes del Comité de Regularización-. Hago fuerzas para no reírme”.
Una paradoja: el club de Toviggino en Santiago del Estero es el pequeño Comercio Central Unidos. Fue vice y, de ahí, saltó a la conducción de la Liga Santiagueña de Fútbol. “A ninguno le conviene que el presidente esté molesto. Espero que entiendan, porque se les puede volver en contra”, les marcó Toviggino a los dirigentes de la Primera Nacional después de que San Martín de Tucumán, líder en una de las zonas, presentara una demanda en el Tribunal de Disciplina de la AFA y en el internacional Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por la reformulación del campeonato en plena temporada a partir del parate por la pandemia. Histórico dirigente de Nueva Chicago, Daniel Ferreiro era el vocero de Tapia. Fue el constructor desde Ascenso Unido, un grupo de clubes de la zona metropolitana de Buenos Aires, para la llegada de Tapia a la presidencia. Seis días antes de que se concretase, Ferreiro escribió en su cuenta de Twitter que era una “fija” el “ascenso de Güemes”, se preguntó si “seguirá jugando con 14” y apuntó, sin nombrarlo, a Toviggino: “No estoy en la AFA y me arrepiento de haber estado. Debimos haber apoyado a otro candidato. Votamos a un presidente para que nos gobierne, no a un secretario al que no votamos”. Ahora Ferreiro prefiere el silencio, aunque advierte: “Si algún día me llaman de un juzgado, voy. Estoy totalmente decepcionado. Está todo a la vista. Hoy la AFA es pseudobizarra. El día que tenga ganas de hablar soy un bestseller”.
En 2017, en el programa ADN, del canal C5N, Toviggino fue denunciado por usurpación de 1700 hectáreas en Santiago con fines delictivos: que sirvieran como pistas de aterrizaje de aviones en el ingreso de droga al país. El caso no prosperó en la justicia. Aquel año, Patricio Gorosito cumplió parte de su prisión domiciliaria en su campo de 3800 hectáreas en Suncho Corral, Santiago. Gorosito, fallecido en 2018, había sido condenado por ser uno de los cabecillas de una organización dedicada a la exportación de cocaína camuflada en cargamentos de carbón vegetal a Europa, en la causa “Carbón Blanco”. Gorosito, una especie de mánager y representante que aportaba futbolistas, coincidió con Raed en Mitre. Los había presentado Julio Grondona. “Antes de que asuma como presidente de Mitre -dice Raed-, Gorosito estaba en Central Córdoba de Santiago. Después, cuando asumí, en muy poco tiempo no había acuerdo con los jugadores que proponía. Nunca tuvo un cargo. No fue un vínculo formal con Mitre, ni fue dirigente. No tenía sospechas ni conocía en qué podía haber andado”. Raed, financista del camino de Tapia a Viamonte 1366, es el accionista mayoritario de Produnoa SA, productora de la gaseosa Secco, marca que figura como publicidad en más de 81 clubes de las nueve categorías del fútbol argentino.
El presidente de Central Córdoba, el club de la Liga Profesional favorecido con la suspensión de los descensos, es José Félix Alfano, titular del Consejo Provincial de Vialidad de Santiago del Estero. Central Córdoba y Mitre tienen como sponsor principal en sus camisetas el logo de la provincia. Toviggino es un aliado del gobernador Gerardo Zamora, radical K. Y, a pesar de la resistencia de Alberto Fernández, es el puente de la AFA con el gobierno a través de Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados de estrecho vínculo con Tigre, que juega ahora en la Primera Nacional. Autoconsiderado peronista, Toviggino formó parte del Comité de Regularización (la “Normalizadora”) que intervino la AFA durante el macrismo. Y, tras aparecer como uno de los “pinchados” durante el gobierno de Mauricio Macri en la causa que lleva el juez Alejo Ramos Padilla por espionaje ilegal, conocida como D’Alessio Gate, Toviggino se presentó como querellante. En pleno Mundial de Rusia 2018, cuando se filtraban audios y fake news desde la concentración de Argentina, Javier Mascherano dijo en una conferencia de prensa: “No sé si nos pinchan los teléfonos”.
La irrupción de la provincia en el fútbol argentino también se certifica con la construcción de un estadio faraónico en Santiago del Estero-La Banda, quinta aglomeración urbana con mayor índice de pobreza de Argentina (42,9%). El Estadio Único Madre de Ciudades fue construido en dos años a un costo de al menos 1500 millones de pesos. Aún sin inauguración, será sede de dos partidos de la Copa América que se jugará a mitad de año entre Argentina y Colombia. Como si faltase corroborarlo, Eduardo Makhoul, presidente de Güemes, había dicho en septiembre: “Toviggino es una persona muy presente con los clubes. Tanto él como Tapia siempre han pensado en ayudar a los clubes del Interior”. Toviggino, de cualquier manera, elige moverse en las sombras. Lejos de los flashes de las cámaras.