La Copa América femenina Colombia 2022 que arrancó este viernes –y en la que Argentina debutaba anoche contra Brasil– es la edición del torneo con mayor cantidad de mujeres como directoras técnicas, el doble respecto de 2018, cuando solo dos dieron indicaciones al otro lado de la línea de cal –el caso de Perú y Ecuador–. En la actual Copa, que para Argentina seguirá el martes ante Perú, hay cuatro equipos dirigidos por mujeres: Brasil, Venezuela, Ecuador y Bolivia. Cuatro entrenadoras que tienen en común ser exjugadoras y referentes en el fútbol femenino.
Rosana Gómez, Bolivia
«La Zurda» –apodo que adquirió en sus años como jugadora– sabe cuánto pesa la Copa América. Y no es un dato menor si se tiene en cuenta que, de las ocho ediciones anteriores, siete veces el trofeo se tiñó de verdeamarelo. En 2006, la actual entrenadora de Bolivia formó parte del plantel argentino que en Mar del Plata le ganó la final a Brasil 2 a 0.
“Jugar un Mundial sería un gran sueño –declaró hace un mes, cuando la Federación Boliviana de Fútbol la presentó–. Dirigir una selección es un desafío y un crecimiento muy grande, pero siempre pensando en el desarrollo del fútbol femenino y en las mujeres como cabeza de grupo”. Con 41 años y una amplia trayectoria como jugadora y directora técnica –Social Lux de Rosario, Rosario Central, la Selección Universitaria en los Juegos de Taipei y Argentino de Rosario–, Bolivia es su primera experiencia como entrenadora de un seleccionado nacional. Cuando asumió, Gómez se encontró con un panorama muy distinto al que se vive hoy en la Argentina (pero muy parecido al que le tocó vivir cuando era jugadora de Central y Boca).
“El fútbol boliviano tiene poco desarrollo y encontrar a las jugadoras fue difícil. Hay poco registro, pocos torneos, las regiones están muy distantes entre sí y cada una es distinta e independiente en su forma de desarrollarse”, le explicó a la periodista Bianca Ossola.
La Zurda firmó contrato por tres años y la Copa América será el inicio de un proceso. Así lo señaló el día de su presentación: “Nos sentimos con la capacidad de empezar a sembrar algo para que a futuro nos dé lo que queremos, que es desarrollar el fútbol femenino en Bolivia”.
Pía Sundhage, Brasil
“Para ganar, necesitás tener un poquito de suerte, pero tenés que prepararte para esa suerte”, suele repetir Sundhage. Y, previo a la Copa América, no fue la excepción.
La sueca –que asumió al frente de Brasil en 2019– tiene varios desafíos en el horizonte: el octavo título de la Canarinha, ser la primera entrenadora mujer en levantar este trofeo y enfrentar el recambio generacional. De las 23 convocadas, solo seis jugaron anteriormente la Copa América y, dentro de las bajas, se encuentran dos referentes: Formiga –que anunció su retiro el año pasado– y la histórica Marta Vieira da Silva, quien se recupera de una lesión.
Bicampeona olímpica como entrenadora de los Estados Unidos y elegida como mejor entrenadora del mundo por la FIFA en 2012, la sueca buscará a sus 62 años levantar otro trofeo internacional. “Hemos traído a jóvenes, hemos cambiado nuestra forma de jugar y estamos tratando de mejorar. Tenemos jugadoras técnicas que son rápidas y un plantel bastante bueno para lograrlo. Así que tenemos muchas posibilidades”, anunció antes del debut frente a Argentina.
Pamela Conti, Venezuela
El entrenador de la Selección argentina, Germán Portanova, señaló en la previa de la Copa América que Venezuela “ya no es un equipo revelación, sino que es un hecho”, y que la llegada de Pamela Conti al banco Vinotinto en octubre de 2019 tiene mucho que ver con este presente.
“Para mí, el fútbol es una toma de decisiones”, dijo alguna vez la entrenadora italiana al ser consultada por su forma de jugar. Y lo que sucede es que Conti no se ata a ningún sistema de juego. Varía constantemente según el rival que tenga enfrente y las jugadoras con las que cuente.
“Lo más difícil que nos ha tocado al cuerpo técnico durante estos dos años fue cambiarles la mentalidad a las jugadoras, tanto en su preparación física como en su alimentación. Nosotros no tenemos un planteamiento ideal, nos vamos a adaptar a las jugadoras que pongamos en la cancha y, a partir de ahí, jugaremos a lo nuestro”, confesó antes de partir a Colombia.
La confianza que la caracterizaba como mediocampista también la tiene como entrenadora: la exfutbolista de la Selección italiana va en busca del boleto hacia Australia-Nueva Zelanda 2023: “No tenemos preocupación, vamos a jugar al fútbol con la ilusión de ir a la Copa Mundial”.
Emily Lima, Ecuador
Lo que más la entusiasmó en 2020 para concretar su llegada a la Selección de Ecuador fue “el proyecto” que le ofreció la Federación. “Además de entrenar a la mayor, coordinaré a las juveniles y formaré parte de la Comisión de Fútbol Femenino. Me entusiasma el cambio al que se aspira”, dijo Lima en su presentación. La brasileña asumió luego de que Ecuador finalizara última en la Copa América 2018. En sus dos años de trabajo se centró en cambiar la mentalidad de sus jugadoras “porque los resultados pasados invitan a pensar que no se puede, pero siempre se puede”.
Durante sus años como entrenadora de Brasil –en 2016 se convirtió en la primera mujer en dirigir a la selección femenina de su país–, el estilo que propuso Lima se caracterizó por el juego asociado. En Ecuador, busca repetir: “Me gusta la construcción con el balón, aunque también la organización sin él. Quiero que mis jugadoras sean ofensivas pero atentas a las transiciones. Y a la hora de defender, deben hacerlo a muerte”.
A sus 41 años, sabe que la clasificación al Mundial es complicada pero, a diferencia de hace algunos años, “los rivales hoy respetan a Ecuador”. «