De las asistencias de Messi en París a la estatua de Maradona en Nápoles. Palmeiras, bicampeón de América en Montevideo. La selección de básquet vuelve a las bases en Obras. Ruben, un goleador con marco histórico.
Un 10 en asistencias
Se sabe que para describir a Lionel Messi se necesita un nuevo diccionario futbolero. Su actuación del domingo pasado en la victoria 3 a 1 del PSG ante Saint-Ettiene se podría resumir como la tarde en la que dio un hattrick de asistencias. Es la sexta vez que lo logra en su carrera, la primera en Francia, donde un jugador no repartía tres pases de gol desde 2016 (Blais Matiudi, también en PSG). Messi armó dos puentes aéreos para los cabezazos de Marquinhos y, además, encontró con un toque sutil a su amigo Ángel Di María. Más allá de los tres puntos que lo sostienen en la comodidad del primer puesto, hubo una buena y una mala para el PSG: el español Sergio Ramos tuvo por fin su estreno en el club parisino mientras que el brasileño Neymar se retiró en camilla y llorando por una grave torcedura en su tobillo izquierdo.
Verde el color de la Libertadores
Montevideo cerró este sábado un ciclo de tres finales continentales, tras recibir a la Copa Sudamericana, la Copa Libertadores femenina y la Copa Libertadores masculina. Y las tres con campeones brasileños: Athletico Paranaense (Sudamericana), Corinthians (Libertadores femenina) y Palmeiras (Libertadores masculina). La gran final se jugó en un estadio Centenario colmado en un 80% de su capacidad, en el que el local pareció el Flamengo, que copó tres cuartas partes de las tribunas. La fiesta, sin embargo, fue para Palmeiras, que logró el bicampeonato de América, algo que no ocurría desde que lo consiguió el Boca de Bianchi en 2000 y 2001. El Verdao llegó como punto, siempre con su estilo de juego cerrado, y aprovechó un error de Andreas Pereira en el inicio del tiempo suplementario, para sellar el 2 a 1. El portugués Abel Ferreira, entrenador del bicampeón, puso en duda su continuidad. El Mundial de Clubes se jugará en febrero, en Emiratos Árabes Unidos.
El básquet argentino se rencuentra en Obras
Con dos victorias ante Paraguay, en el estadio de Obras Sanitarias, la selección argentina de básquet comenzó el camino de la clasificación para el Mundial Indonesia-Filipinas-Japón 2023. La serie marcó el comienzo de una nueva era para el básquet nacional, tras la salida de Sergio “Oveja” Hernández y la despedida de Luis Scola. Con Néstor “Che” García como nuevo entrenador y el regreso del histórico Carlos Delfino como gran novedad, Argentina se impuso sin problemas por 93 a 67, el viernes, y 82-43, el sábado. Con estos dos triunfos quedó líder de su zona junto con Venezuela. A finales de febrero habrá una segunda ventana, en la que Argentina jugará de local con Venezuela y Panamá. Luego serán los cuatro partidos de visitante.
Ruben, un goleador histórico
Con cinco goles en cuatro días, el delantero Marco Ruben se metió en la historia grande de Rosario Central. Tras los tres gritos que había conseguido en Santa Fe, ante Colón, el jueves pasado, el goleador le marcó dos tantos a River, en el empate 2 a 2. Con esos festejos, Ruben llegó a los 99 goles con la camiseta canalla y se transformó en el máximo goleador del club en el profesionalismo, una distinción que durante siete décadas recayó sobre Waldino Aguirre. Ante el Millonario fueron dos golazos: el primero un taquito preciso tras una conexión con Emiliano Vecchio y el segundo un cabezazo potente luego de un centro de Lautaro Blanco.
¡Fua el Diego!
Fue una noche especial para la ciudad de Nápoles. En un estadio Diego Armando Maradona colmado para homenajear al ídolo a un año de su muerte, Napoli salió a la cancha con una camiseta que llevaba la imagen del 10. Al salir por el túnel, los futbolistas se toparon una estatua de Diego en tamaño real. La lluvia acompaña la emoción en el estadio en el que Diego se volvió mito con los títulos de 1987 y 1990, los únicos que consiguió en su historia. Con el triunfo por 4 a 0 ante Lazio, Napoli quedó como único líder de la Serie A. Van sólo 14 fechas, aún restan 24, pero en Nápoles sueñan con un guiño maradoneano.