En menos de quince días, Estudiantes le ganó a Gremio -el último campeón de América- por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores y terminó con los 617 días –dos títulos locales- en los que Boca comandó el fútbol argentino. Lo logró con un equipo sin figuras, con una alineación que promedia menos de 26 años y con Leandro Benítez en su primera experiencia como técnico. A los 37 años, pasó de dirigir a la Reserva a conducir a la Primera y apostó por un grupo de pibes como Francisco Apalaoza o Matías Pellegrini que, hasta dos semanas, eran completos desconocidos.
-¿Hay una decisión de potenciar a los juveniles?
-Estudiantes siempre se caracterizó por sacar jugadores de inferiores. Además el club decidió no traer muchos jugadores y terminar el estadio que es lo que todos los hinchas queremos. Por eso la idea es subir chicos de Reserva que puedan dar un salto de calidad. Pero los chicos no van a ser la salvación del equipo, sino que nos van a dar muchas soluciones. Se están terminando de formar, hay que encaminarlos y aconsejarlos en el mundo de la Primera División.
-¿Los pibes no ganan campeonatos?
-Los chicos están a la altura, pero hay que llevarlos de a poco. Ojalá todo sea color de rosas porque quiere decir que nos va bien. Pero los jugadores, más los jóvenes, a veces tienen altibajos y ahí tenemos que estar para acompañar. En el plantel también tenemos gente de experiencia como el Flaco Schunke, Mariano (Pavone), El Chapu (Braña) que conocen y saben muy bien lo que es el club. Ellos han hecho un camino acompañados por el club que les mostró la forma de lograr cosas. Ttuvieron la chance y la suerte de ganar cosas, algo que ayuda a encaminar a los chicos y mostrarles un camino a seguir.
¿Cómo se prepara un partido como el de Boca?
-Enfrentamos al último campeón con muchos jugadores de jerarquía y además incorporaron más jerarquía. Pero dentro de la cancha somos once contra once y tratamos de hacer las cosas para que se nos den los resultados. Pero estoy convencido que el que ve a Estudiantes ve un equipo y una idea. Y eso es lo que nos va a permitir seguir creciendo.
-¿La Superliga estiró la brecha entre Boca, River y el resto?
-Antes de jugar, obviamente la jerarquía de Boca, River e Independiente es muchísima mayor que la de Estudiantes. Boca o River tal vez gastaron millones de dólares en un jugador y nosotros no. A priori, tienen más jerarquía y en torneo largo pueden sacar diferencia porque tienen recambio. Nosotros pensamos en el día a día, en construir un equipo y en afianzar la idea que pretendemos. Si me preguntás si me gustaría tener el plantel de Boca, claro que sí. Pero hoy no todos tienen la billetera que tienen Boca, Independiente y River.
-Después del 2-1 ante Gremio dijiste que ganaron a lo Estudiantes. ¿Qué significa?
–Tal vez no fue tanto a lo Estudiantes sino lo que representa la Libertadores. Pienso que esos partidos de Copa hay que jugarlos como los jugamos: dando el máximo, intentar jugar cuando se puede y si no vaciarse por dentro por la camiseta que representamos.
-¿Se puede dar el batacazo?
-Tenemos claro que vamos de punto en la serie. Habíamos estudiado mucho a Gremio y veíamos que la mayoría de los equipos no salían a presionarlo y los dejaban jugar. Ellos teniendo la pelota se hacen muy fuertes y nosotros tratamos de presionarlos bien arriba. Nos salió bastante bien. La Copa Libertadores es muy especial para el club, pero es muy difícil. Soy un privilegiado por jugar y dirigir la Libertadores. Con Gremio lo tomé con tranquilidad, no soy de expresar mucho lo que me pasa. Pero dirigir al equipo que soy hincha en los octavos de la Copa y ante el campeón algo genera. Estoy contento y lo disfruto con la responsabilidad que merece.
-¿Qué estilo querés para tus equipos?
-Un poco lo que mostró el equipo con Gremio desde la intensidad y en la agresividad para recuperar a la pelota y tratar de entender los momentos del partido, saber cómo posicionarnos para atacar y entender cuándo acelerar para atacar y cuándo no. Son distintas variantes que trato de inculcar para que sea vea un equipo.
-¿Imaginabas dar el salto a Primera tan rápido?
-Sabía que mi vida iba a estar vinculada a Estudiantes. Empecé en Inferiores, tuve la suerte de agarrar la Reserva y después tuve unos interinatos que me sirvieron para aprender. Ahora llegó esta oportunidad y la agarré porque me siento capacitado para hacerlo. Es una chance de empezar algo que quiero en el lugar que me crié, con el equipo que soy hincha y en el que pasé toda mi vida. No todo el mundo tiene la chance de dirigir a Estudiantes y yo lo estoy haciendo a los 37 años. Dirigir la primera de Estudiantes era uno de los sueños que tenía cuando me retiré.
-¿Qué significa Estudiantes para vos?
-Es mi segunda casa. Me crié desde los once años y paso más tiempo acá que en mi casa. Estudiantes es todo. He pasado más tiempo acá que en ningún otro lado. Estoy contento y agradecido de estar en el lugar que estoy.
-¿Cómo te sentirías satisfecho en esta primera etapa como entrenador?
-Primero con la consolidación de los chicos y segundo con que se vea un equipo adentro de la cancha. Si los hinchas ven un equipo y se identifican con lo que entrega en la cancha, a mi me pondría satisfecho.