El boxeo es el deporte que más medallas le entregó a la Argentina en la historia de los Juegos Olímpicos, con 24. La última, sin embargo, fue el bronce de Pablo Chacón en Atlanta 1996, en peso pluma. En Río de Janeiro 2016, 20 años después, Yamil Peralta se quedó en la puerta, muy cerca: perdió en los cuartos de final ante el cubano Erislandy Savón, en fallo unánime, en la categoría pesado (91 kg). Es decir: perdió la chance de asegurarse una medalla de bronce.
Peralta, quien ya había caído dos veces en el historial con Savón, no encontró la mano en los tres rounds, esa que desactivara la técnica pulida del cubano. Los jueces marcaron en las tarjetas 30-27, 29-28 y 29-28. El boxeo argentino tendrá que esperar hasta Tokio 2020 para volver a lograr un éxito.
Con Juan Martín del Potro como hincha de lujo en el estadio, el bonaerense Peralta, de 25 años y con la participación olímpica de Londres 2012 como experiencia, tendrá que seguir buceando en el mundo amateur. En el Pabellón 6 de Río Centro, Savón se impuso por amplia margen, de punta a punta. Peralta es el cuarto boxeador argentino eliminado en Río: el entrerriano Leandro Blanc (49) y los bonaerenses Alberto Palmeta (69) e Ignacio Perrín (60). Peralta, se recuerda, había superado en decisión mayoritaria (2-1) al alemán David Graf. Pero Savón, de 26 años, fue otro oponente. El sobrino de Félix Savón, medalla dorada en los Juegos de Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sydney 2000, lo superó a pesar de no ser una figura descollante.