Treinta minutos iniciales y el equipo de Guillermo mostraba en la cancha los síntomas del golpazo que le pegó Central el miércoles en la Copa Argentina.
Pero en una jugada que parecía intrascendente, de repente encontró el remedio a sus problemas. Tevez paró la pelota cerca del área, el balón le rozó el brazo y el árbitro dejó seguir. Toda la defensa de Gimnasia se quedó estática en la protesta y la jugada terminó en el primer gol de Benedetto. Ramiro Carrera, el mejor hasta allí de los platenses, puteó a Bariño y se fue expulsado.
En el ataque siguiente, Benedetto clavó el segundo. Y antes del final del primer tiempo, Pavón metió un golazo el 3 a 0.
No hubo más partido, por el marcador y por el jugador de más. El segundo tiempo estuvo de más. Boca ganó bien y quedó a sólo cinco puntos de Estudiantes. Se sacó una mochila pesada y hasta se le dibujó una sonrisa a Barros Schelotto.