Con la comandancia de Hazard -pases, gambetas, enganches y la pelota siempre bien cerca de los pies-, Bélgica cerró su mejor actuación en un Mundial. En San Petersburgo, le ganó 2-0 a Inglaterra para terminar en el tercer lugar en Rusia 2018, un premio para una generación de grandes futbolistas. Meunier, en el primer tiempo, y Hazard, cerca del final, le pusieron nombre a la victoria y bajaron al equipo de Gareth Southgate, aún golpeado por la eliminación en semifinal ante Croacia.
Con este resultado, Bélgica del español Roberto Martínez superó lo hecho por aquel equipo de Enzo Scifo, Jan Ceulemans y Jean-Marie Pfaff en México-1986, que perdió con Francia (4-2 en tiempo extra) el partido por el tercer lugar. El combinado de Hazard, De Bruyne y Lukaku ya cambió la historia. Y, por edad, todavía pueden dar un poco más en los próximos años.
Después del mazazo de la semifinal, Inglaterra no pudo levantarse. Ni siquiera pudo lograr que Kane aumentara su cuenta personal para alejarse como el goleador de Rusia 2018 con seis tantos, tres de penal, uno que le rebotó en el pie. El partido por el tercer lugar fue de Bélgica. De Hazard, acaso el único futbolista capaz de competir por convertirse en el mejor del Mundial sin participar de la final en Moscú.