El estreno de Edgardo Bauza como entrenador de la Selección dejó indicios de lo que se puede llegar a ver de acá hasta el Mundial de Rusia, pero no mucho más que eso. A Bauza le tocó que su primer partido sea ante Uruguay, nada menos, y por Eliminatorias. El rival no es un detalle menor, en este caso: se sabe que la Celeste es capaz de desvirtuar cualquier intento de que un equipo imponga su ritmo. La primera diferencia entre este partido y el último que dirigió Gerardo Martino, por Copa América, son los nombres: Emanuel Mas, Paulo Dybala, Lucas Pratto y Lucas Alario. «Era el primer partido, con poco tiempo de trabajo, ante un rival difícil, había muchas cosas arriba de la mesa. Ganamos un partido que siempre es difícil. Uruguay es un rival complicado», sostuvo el técnico en la conferencia de prensa.
Además, hubo cambios tácticos que llevaron el sello de Bauza. El más notable es que el entrenador apostó por un doble cinco bien definido, entre Javier Mascherano y Lucas Biglia. Durante el ciclo de Martino, Argentina siempre buscó armar un triángulo en la mitad de la cancha, con nombres como Javier Pastore y Ever Banega. Ayer no estuvieron ninguno de los dos Pastore es baja por lesión- y en su remplazo el técnico apostó por cuatro delanteros, en un equipo más vertical. Biglia y Mascherano jugaron un muy buen partido desde lo táctico. En esta competencia es muy difícil hacer muchos goles. Lo más importante eran los tres puntos. Hicimos un primer tiempo muy inteligente. Luego, con la expulsión, el partido cambió mucho, agregó el DT.
La expulsión a Dybala al final del primer tiempo modificó los planes. Argentina se tuvo que replegar y mirar como Messi frotaba la lámpara de su botín zurdo para que el tiempo pasara más rápido. No pasó ningún sobresalto defensivo la Selección, apoyada en una muy buena actuación de Ramiro Funes Mori. Ni siquiera con un hombre menos sufrió. Hasta que estuvimos con 11 jugadores dominamos el juego con tenencia de pelota y logramos la diferencia. Hoy enfrentamos a un equipo con dos líneas de cuatro muy duras. Con Venezuela será diferente: juega con tres puntas, reconoció el flamante seleccionador.
Es verdad que tampoco tuvo muchas situaciones de gol y apenas un par de jugadas hilvanadas, en las que Messi fue el faro que iluminó el ataque. Ya lo sabe Bauza: no hay mejor manera de arrancar un ciclo que con un triunfo. Por eso se fue apretando el puño, con un ganchito ganador, ese gesto tan propio del rosarino.