Los tres triunfos que obtuvo la Selección Argentina en la triple fecha FIFA que jugó en Nueva Zelanda la última semana –4 a 0 frente a Chile, y 2 a 0 y 1 a 0 ante las locales– se pueden analizar a partir de los pies de Lorena Benítez. El equipo de Germán Portanova logró algo histórico para la albiceleste: es la primera vez desde 1991 que Argentina le gana a equipos no americanos de manera consecutiva manteniendo su arco en cero. Benítez es la clave de la mejora que se vio en la Selección. Siempre con la cancha de frente, incluso cuando está de espaldas, es experta en esperar el momento para desajustar a la defensa rival.
En el primer partido frente a las próximas anfitrionas del Mundial Australia/Nueva Zelanda 2023, Benítez recibió de espaldas cerca del área grande. Con una pisadita, sacó del eje a su rival y se la sirvió a Mariana Larroquete, quien esperó el guiño de su compañera para convertir el 1 a 0 parcial. Desde hacía un año que Benítez no vestía la celeste y blanca. Tras su lesión en los ligamentos, se perdió la Copa América y los amistosos de fin de año. Su vuelta ayuda a la idea argentina: la tenencia de la pelota y «tratarla bien», en palabras de Portanova.
«Lore es una aceleradora del juego y a mí me gusta el juego. Es el enlace entre la defensa y el medio, es la primera comunicadora con la pelota y lo hace muy bien», la definió el entrenador. Sus características, en este triple amistoso, se encadenaron con las de sus compañeras en el mediocampo: Daiana Falfán, Romina Nuñez y Florencia Bonsegundo. Fue en ese sector de la cancha donde la Argentina sacó la diferencia.
El newsletter Los Datos del Femenino analizó los datos estadísticos de Opta. Benítez (24 años) fue la jugadora que más veces tocó la pelota y la más eficaz en el último tercio. Además, fue la que más recuperaciones realizó. Falfán (22), quien la acompañó en el eje, fue la mediocampista con mejor eficacia a la hora de entregar la pelota en el campo rival. La jugadora de UAI Urquiza es una de las piezas que simbolizan el cambio generacional de la Selección. Jugadora de creación, incorporó con la camiseta albiceleste la marca. Una de las primeras que conoció su capacidad fue Bonsegundo, quien un día se le acercó al padre de «Falfi» y le dijo: «No dejes de traer a tu hija a las prácticas porque tiene talento, ¿eh? Ojo». Bonsegundo, en esta gira, jugó como de costumbre: lideró en pases en el tercio rival, en regates, en posesiones ganadas en el tercio ofensivo y segunda en pases para remate.
Por último, Nuñez aportó sus características polivalentes. La optimista del equipo de Portanova siempre cumple. Y a través de estas cuatro jugadoras de buen pie, la Argentina por primera vez en la era Portanova hiló una secuencia de diez o más pases, ocurrió en el 2 a 0 a Nueva Zelanda. Además, pasó de promediar 503 toques por partido a 698.
No fue un mediocampo conformado por cuatro jugadoras sino algo dinámico. Por momentos una línea de tres, soltando a Bonsegundo, por otros una línea de cuatro y, en el último partido una línea de cinco con la incorporación de Paulina Gramaglia. Esta variación ya la había anticipado Portanova a Tiempo, antes de la Copa América: «Vamos a plantarnos en un 4-3-3 que puede pasar a 4-5-1, 4-4-2 o 4-1-4-1. Vamos a tratar de tener la pelota, cuidarla».
Una de las diferencias que existieron en ambos duelos frente a Nueva Zelanda, y una de las mejoras que mostró el equipo en esta gira, fue la presión en primera línea. La Argentina logró salir de abajo y proponer con la pelota en los pies, no solo gracias a sus virtudes, sino también ante la desconexión en la presión por de las neozelandesas, siempre lejos de las marcas.
El equipo argentino presionó organizadamente en primera línea con Yamila Rodríguez, Larroquette –la goleadora de la gira– y Bonsegundo. Sin embargo, y acá el punto más bajo de la Argentina, una vez que el equipo no recupera en primera línea, la pelota llega con mucha facilidad a la zona de peligro. Nueva Zelanda superó con facilidad el mediocampo argentino, a través de pocos toques. Y esto con un equipo que tenga mejor pie puede costar caro.
Otras de las virtudes es que la Selección comienza a ser competitiva ante rivales directos. Ya lo había demostrado en el doble amistoso frente a Colombia y ahora en esta gira. En el ranking FIFA, la Selección de Nueva Zelanda está en el puesto 24, mientras que la Argentina en la posición 29. En el Mundial, la Selección buscará ganar su primer partido en una Copa del Mundo y, quien dice, el pase a octavos de final. Sin embargo, las jugadoras y el cuerpo técnico saben que falta mucho. En la fase de grupos, la Selección jugará con potencias como Suecia, Italia y Sudáfrica.
Por eso, desde sus declaraciones, las jugadoras y el cuerpo técnico bajaron serenidad. Los datos y el juego que se vio en esta gira ilusionan, pero ya lo dijo Vanina Correa: «Hay que seguir trabajando para encontrar un nivel de juego que sea nuestro». «