La selección campeona del mundo y bicampeona de América entró en un bache. Tras su consagración en la Copa América 2024, Argentina comenzó a sufrir cuando juega de visitante por las Eliminatorias 2026. Sin fútbol ni tensión, y hasta con un terrenal Lionel Messi, la selección de Lionel Scaloni perdió 2-1 ante Paraguay en Asunción y sumó su tercera presentación como visitante sin triunfos.
La derrota en el Defensores del Chaco se suma a los dos partidos recientemente previos fuera del país, 1-2 ante Colombia en Barranquilla y 1-1 contra Venezuela en Maturín, por lo que la selección apenas sumó un punto sobre nueve posibles como visitante. No es para dramatizar pero llama la atención.
Es cierto que Argentina tarde o temprano se clasificará al Mundial 2026 y de hecho sigue puntera en la tabla de posiciones -sólo sería alcanzada por Colombia si este viernes le gana a Uruguay en Montevideo-, pero la racha adversa es al menos infrecuente.
Tras una noche en la que Argentina nunca encontró el rumbo y Paraguay mereció el triunfo, el próximo partido del equipo de Scaloni será el martes ante Perú en la Bombonera, la última presentación en el año. El Monumental está cerrado a la espera de la final de la Copa Libertadores entre Atlético Mineiro y Botafogo.
Lo más extraño de la noche paraguaya es que Argentina había empezado bien, o al menos había empezado con efectividad: a un gran pase de Enzo Fernández, la figura en el primer tiempo, le siguió una definición de goleador de Lautaro Martínez, implacable para el 1-0.
Parecía que la selección había conseguido lo más difícil, abrir el marcador, pero casi enseguida llegó un golazo de chilena de Antonio Sanabria, imposible para el reaparecido Dibu Martínez. Y entonces sí, el partido entró en la telaraña que más le convenía al equipo de Gustavo Alfaro, un trámite incómodo para Argentina, también porque Alexis Mc Allister casi no intervino en juego y porque Messi pareció volver a pagar la falta de rigurosidad física de la MLS, un torneo más para disfrutar que para competir.
Encima Argentina entró dormida en el segundo tiempo, ya con el inseguro Leonardo Balerdi por el lesionado Cuti Romero, y casi en el arranque el bravo Omar Alderete -que se había salvado con lo justo de la expulsión en la primera parte- anotó de cabeza el 2-1 del que Argentina tardó en recuperarse anímicamente.
Con el arco de Roberto Fernández muy lejos durante muchos minutos -salvo una jugada aislada de Rodrigo de Paul, mal definida-, Lionel Scaloni debió apostar al ingreso de Alejandro Garnacho, de floja actuación. Jugó mejor Valentín Castellanos, que tuvo el empate sobre el final, pero falló por centímetros. A esa altura, de todas maneras, Argentina ya había evidenciado una noche floja.
En los otros partidos del día, Brasil no pasó del empate 1-1 ante Venezuela en Maturín -Vinicius erró un penal- y Ecuador goleó 4-0 a Bolivia en un duelo clave por lo que se supone que será el sexto lugar de clasificación. Este viernes jugarán Uruguay-Colombia y Perú-Chile.
Argentina ya ganó el año con la Copa América de Estados Unidos pero qué importante sería terminarlo con un triunfo. Más allá de esta extraña nueva realidad: sale del país y sufre.