No es el primer intento de retocar el formato de la Copa Libertadores, pero sí uno de los más firmes. El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el paraguayo Alejandro Domínguez, admitió este miércoles, durante una presentación en Buenos Aires, que el torneo más prestigioso del continente americano podría tener algunas variantes. La más destacada, y también la más sencilla de implementar, es la de reducir la final del certamen a un sólo partido, a jugarse en un estadio preestablecido. Algo similar a lo que ocurre en las competiciones internacionales de Europa, en las que el escenario del partido definitorio se conoce antes de que comience el torneo. De confirmarse, la próxima edición podría regirse bajo este formato.
«Queremos hacer una Copa Libertadores más prestigiosa», reconoció Domínguez en su exposición. Todos los torneos que estén bajo la órbita directa de la Conmebol serán sometidos a prueba y podrían sufrir algunos cambios.
Domínguez, que es presidente de la Confederación desde enero de este año, se refirió a los oscuros manejos que tenía la entidad que él encabeza. «Encontramos una Conmebol que tenía como objetivo el dinero, y el fútbol era un medio», dijo el dirigente en una rueda de prensa. Agregó que «el edificio de la Conmebol tenía inmunidad diplomática, que se transformó en impunidad. Pasamos del siglo 19 al siglo 21».
El dirigente paraguayo habló en la exposición que realizó la entidad en un hotel del centro porteño, con la presencia del presidente de la Comisión Normalizadora de la AFA, Armando Pérez, donde fue confirmada la reconstrucción del estatuto. Domínguez, sin acompañantes en el atril y con un cartel en el cual se leía «Cuentas Claras» de fondo, sostuvo que los dirigentes del fútbol sudamericano deben ser «confiables y profesionales», y que el dinero que se genera debe llegar «a los verdaderos artífices», es decir a clubes y jugadores.
«La imaginación quedó corta cuando llegamos. Entramos a una estructura sin organización, a un feudo que era un negocio personal. Se manejaba a voluntad discrecional y nunca se rindió cuentas», indicó el dirigente durante una exposición que contó con cuadros sinópticos y la explicación de los pasos que realiza la Conmebol mediante auditorías contables y fiscales.