La Selección Argentina jugará el sábado ante Brasil la final de la Copa América en el Maracaná. Será otra chance de cortar la sequía de 28 años sin títulos, después de empatar 1-1 en los 90 minutos y ganarle en los penales a Colombia en Brasilia, con un gigante Emiliano Martínez en el arco, que atajó tres penales parloteando a los pateadores. Lionel Messi, alma de la selección renovada por Lionel Scaloni, capitán que terminó con el tobillo izquierdo ensangrentado, a lo Diego Maradona en el Mundial de Italia 90, tendrá su quinta final con la Selección, para también él poder levantar su primer título.
La Argentina del primer tiempo es una selección que, de entrada, sale a hacer su juego, sin importarle el rival. De hecho, había creado hasta el partido de anoche 13 situaciones de gol en la Copa América antes de los 30 minutos de juego. Y no fue la excepción ante Colombia: a los 6 minutos, después de un pase filtrado de Giovani Lo Celso a Messi, que asistió a Lautaro Martínez, abrió el marcador.
Con el paso de los minutos, Colombia se adueñó de la pelota. Y en el minuto 36, primero con un tiro de afuera desviado de Wilmar Barrios al palo y después con un cabezazo de Yerry Mina al travesaño, inquietó el arco argentino, cubierto con seguridad por Martínez, atento también en las pelotas áreas. Pudo aumentar la ventaja Argentina con un cabezazo de Nicolás Martínez a los 43 minutos, desactivado, rápido, por David Ospina.
En el segundo tiempo, otra vez Argentina bajó la guardia. Colombia era mejor. Pero la selección tiene a Lionel Messi en su versión de jugadas puntuales que atraen a uno, dos, tres, cuatro rivales. Con Messi, ganó metros en la cancha. Colombia había salido con tres cambios ofensivos: Frank Fabra, Edwin Cardona y Yimmi Chará. Con el ingreso de Leandro Paredes por Lo Celso, Scaloni intentó bajarle el porcentaje de posesión a Colombia, siempre peligrosa con el toque de pelota. Argentina se paró con un 4-4-2 para cuidarse mejor.
Pero a los 15 minutos, un bochazo de Cardona a las espaldas del ingresado Gonzalo Montiel y de Germán Pezzella, encontró a Luis Díaz, que acomodó la pelota de izquierda y definió de derecha por encima de Martínez. Entre Ángel Di María y Lautaro desperdiciaron más tarde un regalo de Daniel Muñoz, con el arco casi vacío, sin Ospina. Messi, al final, estrelló un tiro en el palo después de una buena jugada individual de Di María. El partido se definió en los penales.
La versión de la Selección Argentina en la Copa América de Brasil ha sido una luz intermitente. El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, como la novela de Robert Louis Stevenson. Dos caras muy marcadas en un mismo equipo. En general, de un tiempo a otro. Pero también en 45 minutos. Scaloni y su cuerpo técnico deberán corregir cuestiones de cara corto plazo y al futuro.
La Copa del Mundo de Qatar 2022 está a la vuelta de la esquina. Messi aún es genio y figura. Pero todo no puede depender de él. La eterna cuestión que se agiganta a medida que pasa su tiempo en la Selección. Es demasiado sufrimiento. Aunque tal vez sea inevitable por lo que simboliza Messi. Argentina, sin embargo, ganó en un montón de puestos en esta Copa América, principalmente en el arco con Martínez, que le entregó otra final a una Selección sedienta de gloria.