El partido entre All Boys y Atlanta, por la fecha 11 de la B Metropolitana, se tendría que haber jugado en octubre pero se postergó porque en esos días se realizaban los Juegos Olímpicos de la Juventud en la Ciudad de Buenos Aires y las fuerzas policiales no garantizaban la seguridad. Se postergó cinco semanas, en un horario complicado para la mayoría de los hinchas de fútbol, un miércoles a las 17. En esta fecha, las fuerzas policiales tampoco garantizaron la seguridad.
Mucho antes de que se produjeran los incidentes al final del partido y de que las imágenes con los hinchas agrediendo a los policías se viralizaran en los grupos de WhatsApp, algo raro se podía percibir en la tarde de Floresta. All Boys y Atlanta llevaban siete años sin cruzarse. Eso tal vez explique por qué pese a que no podía haber público visitante, unas treinta personas festejaron el triunfo 3-2 del Bohemio como visitante. Aunque no alcance para explicar cómo ingresaron tantas personas a un sector donde sólo podía haber unos pocos dirigentes de Atlanta.
La falta de efectivos policiales en el Islas Malvinas era notoria. “No había operativo. Somos tres transmisiones de Atlanta que estábamos en tres cabinas, con una puerta de fácil acceso. Nos salvamos de casualidad. Nos insultaron cuando terminó el partido, pero en la platea por suerte no intentaron más que eso. Estábamos regalados”, contó a Tiempo Nadir Jaidar, relator de la transmisión partidaria Atlanta te sigo, que reconoció que tuvo que esforzarse en no gritar en su relato con mucha estridencia los tres goles de Atlanta para protegerse.
Lo que ocurrió una vez que terminó el partido ya se conoce: incidentes, corridas, vallas tiradas, policías heridos, tres detenidos y un plantel de Atlanta que recién pudo salir a las 22. La AFA repudió enfáticamente los hechos de violencia. El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta; el ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo; y el subsecretario de Seguridad, Marcelo D´Alessandro, declararon en el mismo sentido. “Hace años que en la Ciudad no teníamos incidentes en las canchas de fútbol. Fue un grupo de violentos que estaba saliendo de la cancha y se encontraron con un patrullero que no era del operativo”, indicó Larreta. “Esta barra es funcional a un dirigente político como Luis D´Elía y hubo cantos antisemitas”, agregó D´Alessandro. «Ocurrió una situación atípica ya que estos patrulleros se desplazaron por intervención de 911 y no bajaron porque tenían armamento letal. Prefirieron replegarse antes de hacer uso de ese armamento. Los efectivos que están dispuestos a operativos deportivos usan elementos disuasivos», precisó Ocampo.
El estadio de All Boys fue allanado y clausurado. La advertencia de Ocampo fue que ahora jugará sin público “de mínima hasta fin de año y creo que todo el año que viene”. La cotidiana presencia de banderas palestinas en la tribuna alcanzó para que un portal de noticias titule que “el Gobierno investiga vínculos de la barra brava de All Boys con una mezquita de Floresta”. En épocas de G20 y en una semana complicada todo parece estar relacionado. “Nosotros tenemos gente de todas las colectividades en el club. Es mentira que somos partidarios con alguien”, aseguró el presidente Fabián Aguirre, en una conferencia de prensa que dio este jueves por la noche, en un anexo del club ya que el estadio permanecía clausurado.
Tanto los dirigentes de All Boys como los de Atlanta posaron la mirada en el operativo, más allá de que no hubo ningún tipo de autocrítica por parte de los altos mandos de la Ciudad de Buenos Aires. “Sabiendo que era un partido de alto riesgo, nos mandaron 70 policías al partido, lo mismo que en un partido contra Sacachispas o Riestra. Esto no es algo que elegimos nosotros”, expresó Héctor Rosenblat, vocal del club de Floresta. En el portal web Doble Amarilla, el presidente de Atlanta, Gabriel Grecco, declaró que el operativo no le pareció “muy bueno”: “En nuestra tribuna sólo había dos policías para custodiarnos, creo que eso no era necesario. Tuvimos un Dios aparte que hizo que no pudiera llegar esta gente inadaptada hasta donde estábamos”.