El ENARD principalmente nos permitió convertir a los deportistas amateurs en verdaderos atletas de alto rendimiento. Porque a partir de las becas, del apoyo, de la posibilidad de viajar a competir a lugares donde la competencia es profesional, lo que otorga una gran experiencia, no sólo nos cambió la manera de entrenar, la frecuencia, y la cabeza incluso a quienes estamos a cargo de los seleccionados.
El ENARD no es solamente un apoyo económico. También te genera compromiso, te evalúa, te controla, te hace un seguimiento de cómo estás trabajando. Eso también te hace cada vez más profesional y, en el caso de nuestro deporte, fue decisivo en el logro olímpico en varones 2012 y en mujeres 2016. Y también resulta central en este momento para que este proceso no se detenga.
Quitarnos el apoyo del ENARD sería retroceder un montón de años. Con el agravante de que no es lo mismo cuando vos no lo tenés y te llega. Porque el impacto es importante pero cuando te acostumbraste, lo percibís, lo tenés y te lo quiten puede ser terrible. Esto que surge ahora es algo impensado y terrible, estoy convencido de que no va a pasar porque no se lo merece el deporte argentino, y en el que caso de que ocurra algún ajuste o cambio, confío en la Confederación Argentina de Handball que de alguna manera podrá sostener los logros y el esfuerzo para este cambio que logro el deporte.
(*) Entrenador de la Selección femenina de handball