En las últimas horas, las autoridades de seguridad de España y Argentina acordaron por escrito que toda persona considerada “indeseable” para espectáculos deportivos pueda ser deportada, basándose en una reglamentación del Consejo de la violencia en el deporte de Europa. Di Zeo había recibido la autorización para viajar de parte de la jueza Sabrina Namer, ya que consideró que no existía riesgo de fuga ni recaían sobre él citaciones inmediatas. De todas maneras, no iba a poder ingresar al Bernabéu si le aplicaban el derecho de admisión que corre en Argentina, bajo el programa Tribuna Segura.
Antes, este jueves, después de entrenar junto al resto de sus compañeros en el predio de la Federación Española, en lo que fue la primera práctica de Boca en Madrid, el delantero Darío Benedetto había dicho en referencia a Di Zeo: “Es hincha y, si lo han podido habilitar, por algo será. Para nosotros, bienvenido sea, porque es un líder histórico de la barra”. Di Zeo, Martín y La Doce escoltaron el martes al micro de los jugadores camino al aeropuerto de Ezeiza, con el visto bueno del club y las autoridades policiales.
“Con el hombre -dice Di Zeo en una escucha que salió a la luz en 2016-, tenemos un pacto a muerte”. El hombre es Daniel Angelici, el presidente de Boca.