En Manchester, con la camiseta celeste del City, Sergio Agüero hizo goles de casi todas las maneras posibles. Ante el Middlesbrough, anotó uno más en cuenta para llegar a los 150 goles en el equipo inglés. Lo marcó unos días antes de tomarse el avión rumbo a Brasil, donde se reunirá con sus compañeros de la Selección para intentar devolver a la Argentina a la zona de clasificación al Mundial 2018. Será su regreso después del penal errado ante Paraguay. Será la oportunidad -una más- de lograr lo que en Europa le sale con facilidad. En el City, Agüero es un ídolo indiscutido. En su patria, sin embargo, perdió encanto y simpatía por no revalidar, justamente, lo que hace en el Viejo Continente.

«Una lástima que se nos escaparan  los tres puntos que merecíamos en el final. Toca aprender de lo que pasó y seguir mejorando. ¡Vamos City!», posteó el ex Independiente en las redes. Si la frase no incluyera al City, podría referirse a su situación en la Selección, el espejo invertido de lo que le sucede a menudo cada fin de semana. El tuit, esta vez, fue un lamento porque el empate en tiempo de descuenta en la úndecima fecha de la Premier League bajó de la punta al equipo comandado por Pep Guardiola. En las redes, igual, llovieron elogios para Agüero y ese gol que lo ubicó como el sexto goleador de la historia de la mitad celeste de Manchester.

El liderazgo ahora está en manos del Chelsea, que goleó por 5 a 0 al Everton de Ramiro Funes Mori. Para el Kun, además, resultó el cierre para una semana destacada. En la fecha 10, había anotado dos goles frente al West Bromwich y había sido una de las figuras en el 3-1 de local ante el Barcelona de su amigo Lionel Messi. Así llega a la doble jornada de Eliminatorias Sudamericanas. Así comenzará a entrenarse en Belo Horizonte. Agüero, el ídolo del otro lado del océano. Agüero, el que fue fantástico en la Selección. El que ahora, de este lado del mundo, ya no es intocable.