La Federación Internacional de Handball (IHF) anunció que ya no será obligatorio el uso de bikinis, a cuatro meses de que la selección femenina de beach handball de Noruega fuera multada por salir a competir en el Campeonato Europeo con shorts. La FIH autorizó la modificación del reglamento de vestimenta tras varias acusaciones de sexismo, ya que a las mujeres se las forzaba a vestir una bikini de dos piezas (un top deportivo sin mangas y un bombachón o prenda inferior de no más de 10 centímetros de ancho) mientras que a los varones se les permitía jugar con camisetas amplias sin mangas y shorts hasta las rodillas.
Ahora, en lugar de un uniforme que sexualiza los cuerpos y puede ser incómodo, las jugadoras podrán usar shorts o calzas tipo de ciclista y remeras. En julio de este año se había generado una gran polémica con la selección femenina de Noruega, que recibió una multa de 1.500 euros por parte de la Federación Europea de Handball (EHF) por incumplir con esa norma de vestimenta impuesta por reglamento, en el partido por el bronce del último Campeonato de Europa.
La cantante Pink, por entonces, se ofreció a pagar la multa y manifestó en redes: «¡Eso es sexismo! Así que dejen que las mujeres usen lo mismo que los hombres o hagan que los hombres jueguen en bikini». Según el diario inglés The Guardian, los ministros de Deportes de cinco países europeos (Dinamarca, Noruega, Suecia, Islandia y Finlandia) enviaron el mes pasado un escrito en conjunto a la FIH solicitándole modificar sus arcaicas reglamentaciones en torno a la vestimenta requerida a los equipos femeninos. El objetivo de este pedido era “no solamente contener a la actuales atletas, sino también respaldar y alentar a todos los deportistas sin importar su género o sus antecedentes para que permanezcan en el deporte”.