A fondo. Contra la AFA, contra los clubes y sus dirigentes. Ese fue el mensaje que bajó desde la sala de conferencias de la Administración Federal de Ingresos Públicos. Alberto Abad, titular del organismo, y, sobre todo, Fernando De Andreis, Secretario General de la Presidencia, fueron los difusores de la idea.
El informe sobre la eventual incidencia del fútbol en la desfinanciación del sistema de seguridad social fue una excusa. El objetivo era dar una respuesta a las dos grandes escenas de la semana en la AFA: la foto de Marcelo Tinelli junto a Pablo Moyano y el asado de los 25 presidentes en Puerto Madero. Esas son las imágenes que inquietan al Gobierno y que justificaron la presencia de De Andreis en el confuso panorama brindado por el fisco.
Todos conocemos la triste y desastrosa situación del fútbol argentino, dijo el ex legislador después de escuchar el informe de Abad. Dos veces más eligió la palabra desastre para caracterizar a la AFA y a los dirigentes. También lo describió como papelón. Tienen que entender que todos votamos un cambio, agregó en tono imperativo y señaló a los representantes de los clubes.
Contó, además, que había hablado con Mauricio Macri antes de la conferencia y que el Presidente también estaba preocupado por el derrotero del fútbol argentino.
Las frases del Secretario General no giraron en torno a la exposición de Abad: escupió críticas y cuestionamientos hacia los dirigentes. Pidió, incluso, terminar con el manejo mafioso de la Asociación que durante 35 años estuvo a cargo de Julio Grondona y que está en disputa desde su muerte. El Gobierno nacional repitió la fórmula que viene pregonando desde su desembarcó en la Casa Rosada: ahogar a los clubes y asfixiarlos como para poder explorar nuevas formas jurídicas de las instituciones. Las denuncias penales y las deudas tributarias son las flamantes herramientas de presión. Entregaron nombres y apellidos de los representantes de nueve clubes (Colón, San Lorenzo, Olimpo, Unión, Gimnasia, Independiente, Atlético de Rafaela, Estudiantes, Racing) contra los que ya radicaron acciones legales. También avanzaron contra la propia AFA y agitaron la posibilidad de ir con otras 10 demandas que están en análisis.
El Gobierno no se metió ni se va a meter en la interna de la AFA, prometió De Andreis, algo molesto cuando le pidieron más precisiones sobre el año hasta el que se seguirá con la gratuidad en las transmisiones de fútbol.
El funcionario, además, ratificó que el programa Fútbol Para Todos «no va a existir más» desde el 1 de enero.