A 130 años del nacimiento de uno de los artistas más originales de la Argentina y el mundo, el Museo Nacional de Bellas Artes inaugura una gran muestra. Se trata de Xul Solar, panactivista. Resulta difícil encasillar a este artista que además de crear excelentes obras plásticas, fue un curioso impenitente que inventó un idioma, un ajedrez tridimimensional , un piano con teclas de distintas colores y un nuevo modo de notación musical. 

Dice Cintia Cristiá en su libro Xul Solar, un músico visual: “Si bien es conocido como uno de los más importantes artistas plásticos argentinos, Xul Solar (1887-1963) desplegó su creatividad no exclusivamente a través de la pintura, sino también trabajando y profundizando en numerosas disciplinas científicas, conocimientos esotéricos y dominios artísticos, entre los cuales la música ocupó un lugar privilegiado. Esta fue una compañía constante a lo largo de su vida. Desde joven se interesó por su estudio y, ya como artista, experimentó con el diseño de originales instrumentos y sistemas de notación musical. Sin embargo, la música no fue simplemente una vocación paralela en Xul sino que constituyó una influencia conceptual e iconográfica tan fuerte en su obra pictórica como para que la autora de este libro no considere al artista como un pintor interesado en la música, sino como un “músico visual”. 

La muestra, curada por Cecilia Rabossi, recorrerá 180 obras del artista, muchas de las cuales no se han expuesto nunca y que dan cuenta de la multiplicidad de disciplinas que abordó el artista que se presentaba como «pintor, músico y escribidor», además de “astrólogo músico y transformador.” 

En la muestra podrán verse acuarelas, témperas, ilustraciones, manuscritos, cartas, fotografías, máscaras y objetos como el «Títere de la muerte» de su Teatro para adultos (un esqueleto de más de dos metros de altura). 

Montada en el Pabellón de exposiciones temporarias del museo, la muestra ahonda en el carácter místico y fabuloso de su vasta producción, organizada en seis ejes: «Músico visual» (idea desarrollada por la musicóloga Cintia Cristiá); «Grafías plastiútiles. Una escritura plástica»; «El mundo de las lenguas»; «Lo místico, lo esotérico y lo artístico»; «Espacios habitables»; y «Arte y literatura: Xul y sus amigos». 

Xul Solar se interesaba por la astrología, el I Ching y todo saber esotérico, por lo que las paredes de la exposición mostrarán su propia carta astral. En una conferencia que se puede escuchar en la exposición del MNBA (la voz de Xul es parte del recorrido), cuenta cómo jugaba con Borges al panajedrez, ese juego inventado por él, más espiritual y complicado que el ajedrez, para practicar las posibles combinaciones de la panlengua, el idioma con el que buscaba una posible comunicación universal.

En ese audio, que puede escucharse mirando parte de la obra y que al alejarse se transforma en un murmullo, «Xul cuenta cómo ya no sabían con Borges cuáles eran las reglas del juego, porque estas, en su búsqueda inagotable, estaban cambiando siempre». 

Arriba del Museo su casa se encuentra intacta, con los mismos muebles que utilizó y con el pequeño living donde recibía a Borges. 

La idea general de la muestra es dar un panorama lo más completo de este artista múltiple, de creatividad inagotable. Podrá visitarse desde el miércoles 8 de marzo y hasta el 18 de junio en el museo ubicado en Avenida del Libertador 1473 (CABA), con entrada gratuita de martes a viernes de 11 a 20 y los fines de semana a partir de las 10, hasta las 20. 

A partir del martes 14 de marzo se realizarán visitas guiadas: de martes a domingos a las 16; y viernes y domingo también a las 18. La programación incluye «Panjuego con Xul Solar», actividades para jóvenes de 14 años en adelante, los sábados 18 y 25 de marzo a las 18 en el espacio “Mirar para crear”, que promueve la participación espontánea y estimula la creatividad. Así como una visita guiada de 90 minutos, el sábado 25 de marzo a las 11, para personas ciegas o con baja visión estimulada por el tacto y el relato.