La cuarentena ha sido un gran motor para ampliar los contenidos culturales disponibles en el territorio del ciberespacio. No sólo en lo que se refiere al consumo de películas y series, dominado por empresas que son monstruos económicos, que es el campo más visible de esta tendencia. Las grandes casas culturales de la Argentina, colectivo que incluye a los teatros y centros culturales más importantes, también han concentrado sus esfuerzos en la tarea de no perder el vínculo con el público. Y la virtualidad se convirtió en una gran herramienta para permitir que los auditorios puedan mantener el contacto con obras de todo tipo. En esa línea, el Centro Cultural Kirchner sumó a sus contenidos una propuesta que les permitirá a los amantes de la literatura, en especial de los cuentos, una forma distinta de disfrutar de ellos.
Se trata de la Audioteca, una colección de 29 relatos breves de grandes autores argentinos, leídos por un verdadero seleccionado de artistas que incluye a importantes actores, pero también a poetas y músicos. No se trata, sin embargo, de un proyecto nuevo, sino de un contenido que el Ministerio de Cultura desarrolló en 2015, que contó con dirección de la cineasta Lucrecia Martel y curaduría de la narradora y crítica Graciela Speranza. El contenido de la Audioteca está disponible en el portal del Centro Cultural Kirchner. Además, la lista completa de cuentos también se puede escuchar a través de la plataforma de streaming Spotify: https://open.spotify.com/show/…
La selección estuvo destinada a reunir una serie de cuentos narrados en primera persona, tanto en su modo singular como en el plural. Y en especial textos que incluyeran un particular interés por los espacios en los que se desarrollan, con la intención de que cada relato funcionara para el oyente como la posibilidad de un viaje interior. Una especie de placebo literario que reúne lo mejor de una travesía real: la oportunidad de conocer lugares nuevos y, por supuesto, la lectura. Que la selección incluya algunos cuentos narrados en una primera persona colectiva le suma a la experiencia la posibilidad de un viaje realizado en compañía.
Entre los autores de los textos es posible encontrar nombres muy conocidos. Entre ellos se destacan los de Julio Cortázar, Silvina Ocampo, Haroldo Conti, Ricardo Piglia, Hebe Uhart, Antonio Di Benedetto, Juan José Saer, Sara Gallardo, Héctor Tizón, Juan Filloy, Fogwill, César Aira, Elvio Gandolfo y Marcelo Cohen. A ellos se suman otros autores de enorme relevancia dentro de la literatura nacional, pero cuyas obras no han alcanzado la circulación masiva de los anteriores, como Elvira Orphée, Carlos Hugo Aparicio, Ana Basualdo o Daniel Moyano. El equipo lo completa un grupo de escritores más jóvenes, pero de pluma no menos virtuosa: Jorge Accame, Carolina Bruck, Washington Cucurto, Federico Falco, Leticia Obeid, Mario Ortiz, Patricio Pron, Martín Rejtman, Damián Ríos y Matilde Sánchez.
La lista de los artistas encargados de las lecturas no es menos impresionante. Está integrada por las actrices Adriana Aizemberg, Norma Argentina, Cristina Banegas, Eva Bianco, Mónica Cabrera, Claudia Cantero, Érica Rivas, Stella Gallazi, Marta Lubos y las ex Gambas al Ajillo Alejandra Flechner y Verónica Llinás; el poeta y performer Fernando Noy; el coplero Capullo Medina; los músicos Juan “Tata” Cedrón y Jaime Torres; y los actores Alberto Ajaka, Mario Alarcón, Fabián Arenillas, Alejandro Awada, Esteban Bigliardi, Manuel Callau, Marco Antonio Caponi, Maximiliano Gallo, Iván Moschner, Erasmo Olivera, Osvaldo Santoro, Roly Serrano, Humberto Tortonese y Luis Ziembrowski.
Con la sensibilidad que las define, Martel y Speranza han sabido encontrar una voz capaz de darle a cada texto una identidad sonora. En muchos casos buscaron respetar la musicalidad regional de algunos cuentos, como ocurre con “Diario de un explorador”, de Accame, nacido en Jujuy, leído por la personal garganta del formoseño Medina. O “La gata”, escrito por Tizón y leído por el charanguista Torres, ambos jujeños. En otros casos se trata de verdaderos hallazgos. Entre ellos se destaca la lectura que Érica Rivas hace de “Final del juego”, uno de los relatos más famosos de Cortázar, protagonizado por una niña. Así, cada cuento elegido se convierte en un viaje que es posible disfrutar sin salir de casa.