La antología está integrada por 149 poemas y 12 textos en prosa. Con esta traducción se conmemoraron en China los 60 años de la muerte de la poeta chilena ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1945. Fue el primer Nobel de América Latina y también la primera mujer en recibir ese galardón en la región.
China ha comenzado a traducir de manera sistemática autores latinoamericanos de diferentes épocas como lo muestra esta traducción de Gabriela Mistral y la que se está realizando de su compatriota Roberto Bolaño (Los sinsabores del verdadero policía). También Ricardo Piglia integra la lista de autores de la región traducidos al chino. Pero en ese país, la admiración por la poeta es de larga data. En 1986 ya se había publicado Ternura.
El título de la antología es Tú eres un agua de cien ojos e incluye poemas de diversas obras: «Desolación», «Tala»,»Lagar», «Ternura» y «Poemas de Chile». Además de los ya mencionados textos en prosa, también se incorporaron diversos anexos con el discurso que dio la poeta al recibir el Nobel, una biografía, fechas importantes de su vida y su bibliografía.
Jorge Heine, Embajador de Chile en China muy cuestionado por los funcionarios de la embajada, abogado, autor de 14 libros, declaró a la agencia Xinhua: Se ha dicho que China es un país de poetas. Chile también lo es y creemos que la poesía nos acerca y nos reúne pese a la distancia.
Recordó, además, los orígenes humildes de Gabriela Mistral y el orgullo que le producía su condición de mestiza. Un párrafo de su discurso ante la Academia Sueca al recibir el Nobel dice precisamente: Por una venturanza que me sobrepasa, soy en este momento la voz directa de los poetas de mi raza y la indirecta de las muy nobles lenguas española y portuguesa. Ambas se alegran de haber sido invitadas al convivio de la vida nórdica, toda ella asistida por su folklore y su poesía milenarias.
El traductor de la Universidad de Pekín Zhao Zhenjiang explicó que comenzó a trabajar en la traducción de los poemas de Gabriela Mistral cuando aún estaba perfeccionando su español en México, debido al encargo que le hizo una editorial del China. No sólo valoró sus cualidades poéticas sino también su generosa decisión de donar los beneficios de sus obras para que luego de su muerte fueran destinados a los niños pobres de Chile. En su obra y en su vida, añadió Zhao, la «palabra clave fue amor».
El verdadero nombre de Gabriela Mistral era Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Hija de un maestro de escuela, decidió repartir su vida entre la poesía y la enseñanza. Su debut como poeta lo hizo en 1914 con Los sonetos de la muerte, nacidos del dolor causado por el suicidio de su novio, el empleado ferroviario Romelio Ureta. Ya en ese momento, firmó como Gabriela Mistral quizás en la seguridad de que haría una carrera literaria, pero seguramente entonces no alcanzó a imaginar que ganaría el Nobel y sería conocida y respetada en latitudes tan lejanas como China y que sus palabras serían traducidas a los signos de una lengua tan diferente de la suya.