Tal como lo informara Tiempo Argentino en su edición digital del 24 de junio, el escritor Hernán Casciari fue el protagonista involuntario de un gran escándalo en la provincia de San Juan. Un maestro de teatro citó en clase un fragmento de un cuento suyo, Canelones, en un segundo año del Normal Superior de San Juan. El fragmento citado no contenía lo que se da en llamar “malas palabras”, una definición sobre la que Roberto Fontanorrosa ironizó en una intervención inolvidable en un Congreso de la Lengua.
Luego, algunos alumnos inquietos se interesaron por el cuento y buscaron la versión completa en Internet. Lejos de considerar esa actitud como un mérito del profesor que es capaz de despertar curiosidad en los alumnos, los padres lo denunciaron por considerar que el cuento contenía “escenas pornográficas” porque en una línea dice “poronga”, “culo” y “tetas”. Por su parte el Ministerio de Educación provincial apartó al profesor de su cargo. Muchos fueron los padres que consideraron que la lectura realizada parcialmente en clase constituía un “material indebido”.
Casciari le dijo a la ministra de Educación de San Juan, Cecilia Trincado, entre otras cosas, que “A los papás hay que educarlos, no hacerles caso en estas pelotudeces.”
El escritor, de reflejos rápidos y de gran creatividad, aprovechó para montar un emprendimiento que, según declaró, tenía pensado hace tiempo, pero que concretó ahora porque lo ocurrido actuó a modo de catalizador.
A través de Orsai, un proyecto del escritor que tiene diversas iniciativas, lanzó Orsai Educación. Se trata de una plataforma web cuyo objetivo es reunir a chicos y chicas de nivel secundario con docentes, autoridades y la comunidad en relación con la lectura y difusión de las nuevas narrativas. Como estrategia para lograr el objetivo, se llevarán a cabo charlas, concursos y tutoriales.
La plataforma no es una idea que se desprende de manera directa del escándalo que se produjo en San Juan, sino una idea que venía elaborando desde hacía tiempo y que encontró en lo sucedido una buena oportunidad para su lanzamiento. “Será el lugar –le dijo Casciari a Télam- para que los chicos y chicas que van a la escuela secundaria no solo lean y comprendan, sino que disfruten como chanchos de la lectura.” Y agregó: “Es bueno usar esta pavada, porque es una pavada con la palabra `teta`o `poronga` como punto de lanza para tomar el toro por las astas.”
Dijo, además, acerca de los profesores de nivel secundario que “están muy desamparados en la lectura de nuevas narrativas sobre todo porque el sistema de educación está arraigado en las lecturas clásicas y además hay un grupo de padres puritanos rompiendo mucho los huevos.”
Según informa el autor, en este momento, el profesor que fue apartado de su cargo está en su casa y con temor de salir a la calle. Su “pecado” parece consistir en haber despertado el interés en un texto de un autor argentino.
El hecho pone en evidencia el miedo que se le tienen a las “malas palabras”. No parecen producir el mismo temor los videojuegos cargados de violencia ni la exposición indiscriminada de los adolescentes a las redes sociales que suelen constituir peligros verdaderos.
«En un curso de 50 alumnos –dice Casciari- hay un papá o una mamá que se escandaliza por la palabra ´culo´ y cree que el texto está mal, lo plantea a las autoridades y se cagan en las patas y lo mandan al Ministerio. Se sacan el problema de encima y las únicas personas que pierden son los profesores y la literatura».
Cabría agregar que también pierden los alumnos porque les quita la posibilidad de acceder a la literatura por puro placer y no por imposición de docentes y padres. Por otra parte, el placer es la única forma de que la lectura se transforme en un hábito perdurable.
Curiosamente, la piedra del escándalo es el texto de un autor que ha publicado libros para adultos pero también para chicos. Hernán Casiari nació en Mercedes en 1971, fundó la editorial Orsai y Orsai Audiovisuales. Dirige la revista de crónica Orsai y Bonsai (infantil). Publicó las novelas El pibe que arruinaba las fotos, Más respeto que soy tu madre y Seis meses haciéndome el loco. También los libros de cuentos España decí alpiste, El nuevo paraíso de los tontos, Charlas con mi hemisferio derecho, Messi es un perro y otros cuentos, El mejor infarto de mi vida, Los consejos de mi abuelo facho, Todos los derechos reservados, 100 covers de cuentos clásicos. Además, la antología Renuncio y los libros de historietas Doce cuentos de verano junto a Horacio Altuna y Papelitos junto a Gustavo Sala. Según consta en su página oficial, en 2010 renunció públicamente a las editoriales Mondadori, Plaza & Janés, Grijalbo y Sudamericana y a los periódicos El País (de España) y La Nación (de Argentina) para dedicarse a proyectos autogestivos. Tiene, además, una serie de emprendimientos diversos relacionados con la literatura y otras expresiones como la música, como el que lleva adelante con el cantor de tangos Cucuza Castiello.