Cuando se confirmó que iban a reeditar Primitivo en Argentina, lo primero que hice fue escucharlo varias veces seguidas. En el momento en que salió el álbum (en cassette), hace ya 24 años, yo no estaba muy convencido, a pesar de que las canciones y los arreglos me encantaban. Es un fonograma grabado y mezclado en 30 horas y, para mi gusto, sonaba muy austero y nada radiable, algo así como un demo de lujo. En estos días, al reescucharlo, sentí agrado (vengo acostumbrado a los discos actuales, tan superproducidos pero que dan la sensación que nadie habita ahí) y lo percibo como un disco valiente».
Estas palabras pertenecen al músico uruguayo Alberto «Mandrake» Wolf cuyo álbum Primitivo fue publicado originalmente en 1993 por el sello Ayuí. Ingresar al espacio sonoro que plantea el músico es encontrarse con una decena de canciones tal vez despojadas instrumentalmente, pero con una riqueza plena de detalles en lo armónico, lo tímbrico y, sobre todo, en lo poético.
Nacido en Montevideo en 1962 y respetado por sus colegas de la comunidad musical uruguaya, el músico abreva en las fuentes de la música popular de su país, desde Eduardo Mateo pasando por Hugo Fattoruso, Eduardo «Pitufo» Lombardo, Fernando Cabrera y Jaime Roos entre otros, o el candombe beat, del cual es uno de sus precursores desde que en 1985 formara el grupo con el cual ha estado ligado artísticamente desde entonces, Los Terapeutas. Sus canciones son interpretadas por reconocidos artistas de la vecina orilla, como El cuarteto de Nos, uno de cuyos integrantes, Riki Musso, fue productor del disco junto con Daniel Jacques (Los Terapeutas).
La placa se caracteriza por poseer una atmósfera que seduce y atrapa apenas comienza a sonar «Cococho», el tema que abre el disco.
Y es que Wolf se define como un simple contador de historias, que combinan acuarelas cotidianas con colores evocadores o delicadas humoradas, a las que sazona musicalmente con algo de bossa, jazz, candombe y todo aquel género que considere acorde para recrear, por ejemplo, escenas románticas como la de «Corazones musicales».
Una guitarra y un bajo omnipresente definen el territorio sonoro de «Cuando hay viento», con un ritmo enérgico que contrasta con la delicadeza de «Ella va», con una melodía apenas susurrada por las voces de Wolf y Chavela Ramírez.
La llamativa vocalización de «Tekeli-Li» desemboca en la poéticas imágenes de «Mi cardenal colorado», expresiva y cautivante, en tanto que en «Danza con los viejos jefes» le cede el protagonismo al piano y a la voz de Hugo Fattoruso, con Wolf secundándolo con la guitarra y los coros.
El candombe se adueña de «El temporal», con un crescendo sugestivo a cargo de sutiles efectos sonoros y las voces de Jacques y Musso, mientras que una tranquila canción como «La de al lado» constituye un austero pero simpático relato de simpatías entre vecinos. Otro candombe, «En el último borboyón» a cargo de una limpia guitarra eléctrica y una despojada percusión, señala el final del trabajo, con Mandrake indagando como a lo largo de todas las pistas sensaciones cargadas de cotidianeidad.
Un elenco sólido de músicos (Luis Jorge Martínez, Wilson Negreyra, Bimbo Dipauli, Gonzalo Gravina, Pablo Faragó y Alejandro Roca, además de los mencionados Jacques, Musso, Ramírez y Fattoruso) habituales colaboradores en sus trabajos discográficos y presentaciones en vivo, apuntalan a «Mandrake» Wolf en este rescate fonográfico que trae al presente este documento perdido de uno de los grandes artistas de la música uruguaya.
Alberto Wolf se presenta Primitivo este jueves 15 a las 21, en el CAFF, Sánchez de Bustamante 772. Rosario: Viernes 16 de junio en El Espiral, Ituzaingó 1719. La Plata: Sábado 17 de junio en Estación Provincial, calles 17 y 71.