Ernesto Deira (1928-1986) fue uno de los nombres fundamentales de la plástica argentina. En la década del 60 integró junto con los artistas Jorge de la Vega, Rómulo Macció y Luis Felipe Noé el grupo Nueva Figuración.
En 1971 expuso, como parte de la muestra realizada en la galería Carmen Waugh de Buenos Aires, la serie Identificaciones integrada por siete obras en blanco y negro que aludían a la tortura y a las amputaciones que las dictaduras de América Latina les hacían a los detenidos para que no pudieran ser identificados. En 1973 la exposición se trasladó al Museo de Arte contemporáneo de Chile (MAC) de la Universidad de Chile.
Según lo declaró oportunamente el amigo íntimo del pintor, Américo Castilla, la utilización del blanco y el negro tenía una función precisa: remedar un diario confiriéndoles a las imágenes carácter de testimonio.
Estas obras permanecieron durante casi 50 años retenidas en Chile. Sus hijos, las autoridades culturales y la Cancillería hicieron múltiples reclamos de repatriación. El artista pensó siempre que habían sido confiscadas y destruidas por la dictadura de Pinochet. Según le contó el director de Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) Andrés Duprat a Télam, “Deira murió en 1986 sin recuperarlas y sin saber el destino de esas obras».
Sin embargo, no habían sido destruidas. En 2003, Noé tomó conocimiento de que estaban en buen estado de conservación en poder del MAC. Mañana, viernes 1º de abril, regresarán a la Argentina a bordo de un Fokker 130 que aterrizará en Aeroparque, custodiadas por autoridades de Interpol de Argentina y de Chile, y serán trasladadas al MNBA, donde una de ellas se expondrá especialmente para recibir al presidente chileno Gabriel Boric, quien arribará al país el próximo martes. El resto de las obras permanecerá en el MNBA durante tres años y luego s serán entregadas a los hijos de Deira. Además, serán expuestas en esa institución, posiblemente en el mes de Junio, según declaró Duprat a Télam
Las obras arribarán «debidamente resguardadas en dos cajas de madera, de 2,5 metros y un peso aproximado de 100 kilogramos», informó el Ministerio de Cultura, mientras que el director del Museo Nacional Bellas Artes, Andrés Duprat, explicó que de la ceremonia de recibimiento participará el hijo de Deira, Martín, junto a autoridades del Museo y del Ministerio.
El conflicto que culmina ahora con la repatriación de las obras se generó porque «el museo chileno tenía las obras como parte de su patrimonio, pero no había habido una voluntad de donación de Deira, entonces los descendientes reclamaron las obras porque decían ‘nuestro padre no lo donó al museo'», informó Duprat.
En 2003 “Yuyo” Noé supo que las obras no habían sido destruidas y que se encontraban en poder del MAC.
El acuerdo de repatriación que se hará efectivo el viernes 1º de abril había sido firmado en diciembre de 2021.