Para los lectores de historieta, el nombre de Juan Carlos Quattordio es familiar y su trabajo no necesita presentación. Para las huestes del heavy metal, tampoco. Es que los argumentos de muchos de sus trabajos han tenido como escenario o telón de fondo al universo del metal vernáculo. Eso abarca tanto a la saga de Los años metálicos como Chico conoce chica y sobre todo a Judas Riff, clásico que nació a comienzos de los ‘80 en la mítica revista metalera Riff Raff y poco después tuvo un desprendimiento en ese Aleph de las viñetas nacionales que fue la primera etapa de la Fierro. En todas ellas el heavy, su imaginario más ochentoso, sus leyendas, sonidos y estética ocupan un lugar preponderante y siempre es abordado de forma lúdica. A veces contando la historia desde el corazón de la escena metalera, como en Judas Riff. Otras de forma retrospectiva, a modo de memorias que tienen a la nostalgia y la añoranza como elemento distintivo: así ocurre en Los años metálicos. Ambas obras acaban de ser publicadas completas y en un volumen único por la editorial Deux Studio. La noticia amerita celebrarse.
“Es muy loco el vínculo de la gente con Judas Riff, porque mi nombre quedó asociado a aquel trabajo: Quattordio es Judas Riff”, confiesa el historietista desde Mar del Plata. Lejos de la resignación, en el comentario habita el agradecimiento. “Yo no tengo la mala onda que tenía el Flaco Spinetta con ‘Muchacha’. Le debo mucho a Judas, porque me permitió entrar en Fierro. Y además llegó a mi vida antes que el heavy metal”, recuerda. Quattordio empezó su carrera como artista gráfico en la revista Tren de carga que dirigían Eduardo de la Puente y Sergio Marchi y así conoció a Frank Blumetti, fundador de la Riff Raff. Él le pidió que pensara una historieta que retratará a los especímenes del mundo del cuero y las tachas. Así nació la tira, cuyos personajes se inspiran en los de Lucien, obra del francés Mark Margerin que la revista Metal Hurlant, ícono del cómic europeo, empezó a publicar en 1979.
A poco del debut de la tira su autor se unió a Conan, banda pionera de la escena pesada en La Feliz, con la que trajinó sus enérgicos escenarios. “Yo cantaba en un grupo folk a lo Pastoral y una vez alguien me dijo que había una banda heavy que estaba buscando cantante. Y me mandé”, rememora Quattordio. “Ensayábamos en el sótano del Sacoa de la peatonal: un pasillo de unos 50 metros donde estaban las bauleras del edificio, que se alquilaban como salas de ensayo. Era una especie de ciudad del rock re-loca, donde había desde punkies a funkies, bandas de reggae y un par de bandas metálicas. Y todos se mezclaban con buena onda”, sigue el autor. Parte de esas memorias felices alimentan las viñetas de Los años metálicos, donde la autobiografía se mezcla con la ficción para contar la vida de un cuarentón en plena crisis, que se debate entre resolver las dificultades en sus vínculos amorosos y la nostalgia por los idealizados viejos tiempos.
La veta autobiográfica reaparece en el corto animado YOn My Space, que Quattordio estrenó a fines de marzo en su canal de YouTube, en el que contó con la colaboración de Facundo Arana en voces. “El corto representa el último arco de Chico conoce chica, trabajo que pronto también será editado completo por Deux Studio”, revela el autor. “Lo pensé en 2004 como un cierre, una especie de duelo que quería hacer por la relación con una chica con la que estaba en aquel momento”, confiesa. Ahí narra la historia de YOn, un hombre que para resolver sus problemas existenciales decide comprarse su propia estación espacial y así “experimentar un vació más grande” que el suyo. A la manera de 2001, la travesía también representa un viaje astral a los confines de los sueños, miedos y recuerdos del protagonista. La figura de Arana entra en escena pocos años más tarde, cuando Quattordio le acercó algunos ejemplares de sus libros y descubrió no solo a un fanático de las historietas, sino a un nuevo amigo que no tuvo drama en sumarse al proyecto bien desde abajo. “Es increíble la forma en que Facu entendió al personaje y cómo su voz se acopla a él”, recuerda con gratitud el autor.
En cambio Argentina potencia no tiene nada de autobiográfico. O tal vez sí: este cómic cuenta, a lo Watchmen, una historia de superhéroes vintage pero bien argentos, que estuvieron activos durante el primer gobierno peronista, el del General y Evita. Quattordio -que ya había abordado el género con Zenitram, otro superhéroe que lucha por la justicia social- utiliza las capas y los antifaces para apropiarse y ampliar la rica mitología peronista. Es que, así en la realidad como en la ciencia ficción: los mejores días fueron y serán… (complete la línea de puntos).
Pequeño Quattordio Animado
Además de YOn My Space, el corto que se puede ver en su canal de YouTube y contó con Facundo Arana a cargo de la voz del personaje protagónico, Juan Carlos Quattordio se encuentra en medio de otro proyecto animado. En la actualidad trabaja en una serie de cortos animados a partir de un extenso reportaje que Lautaro Ortiz, director de la edición digital de Revista Fierro, le realizara en 2008 nada menos que a Francisco Solano López, el mítico ilustrador de El Eternauta. Los primeros episodios ya pueden verse en la web de la revista: https://revistafierro.com.ar/. Un verdadero lujo.
Por su parte, los libros de Quattordio pueden conseguirse en distintas comiquerías y en la tienda online del propio sello editor, Deux Studio: http://www.deuxstudio.net/.