El Gobierno de Javier Milei ha dado sobradas pruebas de que considera a la cultura como gasto y no como inversión. El año pasado fue la primera vez que no hubo un stand oficial en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Tampoco hubo  una representación argentina en la Feria de Frankfurt. Antes de esto había desfinanciado salvajemente el Programa Sur que subsidia traducciones de libros argentinos para ganar mercado en el extranjero.

Ahora suspende los Premios Nacionales y tampoco envía  una delegación argentina a la Feria de Guadalajara. La Unión de Escritores y Escritoras lanzó un comunicado al respecto en que informa de la situación.

Foto: Hernán Mombelli / Archivo Tiempo Argentino

“Lo primero que hay que decir es que Argentina tiene una verdadera tradición de interrupciones e incumplimientos en materia de Premios Nacionales, le dice a Tiempo Argentino el escritor Oche Califa, miembro de la UEE”.

Y agrega: “Ha habido períodos en los que lo Premios Nacionales se han vuelto invisibles porque no se cumplían los términos, había quejas de los ganadores y jurados por incumplimientos. Esto ha sido algo recurrente durante muchísimos años.  Siempre hay que estar atentos a si el lanzamiento se hace en el tiempo correspondiente, si los jurados han fallado…Como digo, es muy común que no se cumpla con lo que indica la legislación”.

“Al gobierno saliente–continúa Califa- .le quedaba concluir con el período 2022 de los Premios Nacionales en disciplinas que nos involucran a quienes estamos en el campo de la literatura porque había, por ejemplo, poesía. Para el próximo período hay literatura infantil”.

A esta situación irregular el gobierno aporta algo más en detrimento de los Premios Nacionales de Letras.

“Lo que se agrega ahora – dice Califa- es que el gobierno entrante le adjudica la responsabilidad al saliente y se pasan para el año que viene por incumplimiento del gobierno anterior. Es un argumento pueril, porque no se trata de un problema difícil de resolver. Ya tendría que haberse convocado el premio para el año que viene y eso no se hizo.  Lamentablemente, echarle la culpa al otro es  una mala tradición argentina”.

Los Premios Nacionales de Letras se entregan desde el año 2013 en los rubros de poesía, literatura infantil, novela, cuento y relato. Fueron galardonados con él escritores como, entre otros,  Leopoldo Lugones, Baldomero Fernández Moreno, Conrado Nalé Roxlo, Manuel Mujica Láinez,  David Viñas, Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges.

El escritor que reciba el primer premio recibirá al momento de jubilarse una suma vitalicia equivalente a cinco jubilaciones mínimas.

“Otros países –continúa- tienen premios con nombres de sus grandes escritores como el Neruda en Chile o el Sor Juana Inés de la Cruz en México que este año fue para la escritora Argentina Gabriela Cabezón Cámara. Esto no ocurre en la Argentina. Aquí no tenemos  un premio importante que se llame Borges ni Cortázar ni Sabato. Durante el gobierno de Menem se instauró el Premio José Hernández y lo dieron un solo año”.

Los Premios Nacionales y el gobierno de Milei

“El gobierno anterior al de Milei instauró premios con nombres de escritoras argentinas y no tuvieron trascendencia. Y no es posible que la tengan porque para que un premio sea trascendente tiene que tener continuidad que es lo que no sucede, porque ahora esos premios ya no están”, afirma Califa.

Respecto de los premios nacionales consultamos  y lo que nos dijeron daba a entender que se iban a dar. Luego nos enteramos por un medio periodístico de que no es así y esto lo decimos en el comunicado.”

Y añade: “Por otra parte, no podemos dejar de decir que este gobierno se caracteriza por darnos malas noticias de manera permanente. No estuvo presente en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Tampoco estuvo presente en la Feria de Frankfurt, volvió irrisorio el monto del subsidio del Programa Sur a las traducciones al que se asignó 3.000 dólares, una cifra que no permite hacer nada.

“Ahora –concluye- ha desertado de la Feria de Guadalajara, cosa que creo aún no ha dicho públicamente nadie. Esto es muy grave porque en relación con el libro argentino la Feria de Guadalajara es más importante que la de Frankfurt porque el mercado real y potencial  del libro y los autores argentinos es el mercado latinoamericano.  Por eso es importante tener un muy buena feria en Buenos Aires y luego una buena presencia en Guadalajara”.

Comunicado de la Unión de Escritoras y Escritores
El 10 de octubre pasado la Unión de Escritores y Escritoras (UEE) reclamó información a la Secretaría de Cultura de la Nación sobre la situación de los Premios Nacionales. Una semana después el señor Juan Landoni, responsable del sector, respondió que “desde el Área de Premios Nacionales seguimos trabajando para cumplir nuestro compromiso con todos los participantes”.
Sin embargo, en estos días el mundo autoral y la sociedad en general se han enterado que la entrega de los premios que correspondían a Letras (poesía), Artes escénicas (texto dramático), Ensayo político y psicológico, así como a Música (tango y folklore) y Producciones estéticas contemporáneas (ensayo curatorial) del período 2019/2022 se ha “suspendido”. Y el argumento ofrecido es, cuanto menos, pueril. Porque casi un año después no se puede achacar la imposibilidad de concretarlo al “desorden que dejó la gestión anterior” Además, la convocatoria para el año que viene brilla por su ausencia. ¿No es esto, sencillamente, motosierra?
Al menos, el filo de esta herramienta ya viene cortando con mano diestra en la cultura y el arte. Nada más que para señalar unas pocas decisiones, recordemos que la Secretaría de Cultura abandonó su presencia en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires mientras que la Cancillería aprobó una suma irrisoria al Programa Sur que subsidia traducciones y desertó de la contratación del stand argentino de la Feria Internacional del Libro de Frankfurt. 
Pero en pocos días la Cancillería dará otra mala noticia, porque debería estar contratando el montaje del stand en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cosa que tampoco hará. Lo cual resulta aún más grave que la deserción en Frankfurt, ya que para los autores y títulos argentinos, Guadalajara tiene mayor dimensión y potencial de proyección. En ella se negocian más acuerdos de derechos, co-ediciones y exportaciones físicas y, como despliega un importante programa cultural, permite a escritoras y escritores locales participar de presentaciones, mesas redondas, conferencias, recitales. En esta edición, además, Gabriela Cabezón Cámara recibirá el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.
Pero todo esto no parece importar. Porque el gobierno no tiene problemas en seguir manifestando su cara de pocos amigos a la pluralidad artística y cultural. La única novedad es que su motosierra ahora puede atravesar fronteras.
Mientras, la UEE iniciará los reclamos por las vías correspondientes para que se regularice el llamado a los Premios Nacionales en particular y, como parte del amplio campo cultural, compromete sus esfuerzos para revertir las políticas de ajuste contra el sector.