Ya sea de forma directa o indirecta, el caso Weinstein sigue generando noticias que confirman la trascendencia y las consecuencias globales derivadas de su revelación. Justamente por la labor periodística realizada en la exposición de los detalles que llevaron a la caída en desgracia de Harvey Weinstein, uno de los productores más poderosos de Hollywood en las últimas dos décadas, el diario The New York Times y la revista The New Yorker fueron honrados el lunes con el Premio Pulitzer al servicio público. Fue a través de las páginas de ambos medios que los detalles del caso tomaron estado público y desataron una profunda reflexión mundial en torno al acoso sexual.
El prestigioso premio fue otorgado ‘ex aequo’ al equipo del New York Times, liderado por las periodistas Jodi Kantor y Megan Twohey, así como al colaborador de The New Yorker, Ronan Farrow, por los impactantes artículos que derribaron al magnate de Hollywood y provocaron una avalancha de acusaciones contra otros hombres poderosos. Farrow además es hijo de la actriz Mía Farrow y el cineasta Woody Allen. Este último fue acusado por su familia de haber abusado de su hija Dylan cuando ella todavía era una niña. Farrow agradeció al semanario neoyorquino «por defender esta historia cuando otros querían enterrarla». La alusión hace referencia a que su investigación fue publicada en la revista tras infructuosos intentos de difundirla a través del canal CBS.
Desde la publicación de estas dos notas de forma casi simultánea durante el mes de octubre pasado, más de un centenar de mujeres acusaron públicamente a Weinstein de acoso, agresión sexual o violación, dando nacimiento al movimiento #MeToo, que apenas 6 meses después se ha globalizado.
En una ceremonia realizada en la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia, Dana Canedy, administradora de los Pulitzer, expresó que ambos medios reciben este reconocimiento por desarrollar un periodismo explosivo, de impacto, que expuso a depredadores sexuales poderosos y adinerados, incluidas acusaciones contra uno de los productores más influyentes de Hollywood». Y añadió que los artículos publicados por ellos revelaron «denuncias durante largo tiempo suprimidas de coerción, brutalidad y silenciamiento de víctimas, lo cual alentó una reflexión mundial sobre el abuso sexual de mujeres».
Weinstein, de 66 años y creador de los estudios Miramax, sigue siendo objeto de investigaciones criminales en Londres, Los Ángeles y Nueva York, aunque aún no hay una inculpación penal formal en su contra. Asimismo enfrenta múltiples demandas civiles de las víctimas que virtualmente lo han llevado a la ruina.