Hoy, viernes 21, a las 19 se inaugura en el Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso de la Nación, Bar Piglia, Alsina 1835, CABA, con entrada libre y gratuita la muestra Periodistas hasta la muerte compuesta por emblemáticas notas de dos autores desaparecidos por el Terrorismo de Estado: Rodolfo Walsh y Enrique Raab.
Participarán de la inauguración la Presidenta de la Comisión Administradora de la Biblioteca del Congreso de la Nación, la Diputada María Teresa García, el escritor Martín Kohan y la escritora, periodista y curadora de esta exposición María Moreno, quien en diálogo con Tiempo Argentino se refirió a las particularidades de la muestra, a las características de ambos periodistas y al lugar que ocupan dentro del periodismo argentino.
-¿En qué consiste la muestra «Periodistas hasta la muerte»?
-Es una muestra en el sentido de para muestra basta un botón ya que no intenta la exhibición del enorme material de la hemeroteca de la Biblioteca del Congreso, en este caso notas periodísticas firmadas por Enrique Raab y Rodolfo Walsh , sino aquellas paradigmáticas de sus métodos o procedimientos. Por ejemplo la nota de Raab dedicada a Isabel Perón en Chapadmalal donde se puede encontrar toda una historia político social en los detalles cuando afirma que de los nueve hoteles ubicados en la Unidad Nacional Chapadmalal, sólo tres quedan en la llamada Zona de Seguridad, que muy cerca se está edificando un gran estadio para el mundial del 78, que la concesión gastronómica es de la misma empresa que sirve al Jockey Club y que Dazeo Inmobiliaria hizo las refacciones luego de investigar a cada albañil, cada plomero. El dato, de apariencia menor, va trazando un retrato político del peronismo. O La isla de los resucitados de Walsh donde, seguramente por la influencia del grabador, empieza a registrar tonos, estilo de los personajes que prestan testimonio, sus giros lingüísticos, sus novelas familiares o sus anécdotas para el archivo de una picaresca popular.
-También forma parte de la muestra un video, ¿no es así?
-Sí, forma parte de la muestra, el video El Walsh de la investigación de Fabrizio Pérez sobre la agencia clandestina ANCLA . Ahí los sobrevivientes Clarlos Aznárez, Lila Patoriza y Lucila Palglai cuentan cómo Walsh solía analizar exhaustivamente la prensa pública lo que le permitía encontrar entre líneas elementos útiles para su labor de contrainformación en los mismos partes del enemigo, como los del Primer Cuerpo del Ejército a través de los que deducía contradicciones internas en las tres fuerzas que le permitían tanto afinar sus estrategias de combatiente de una organización político militar (Montoneros) como satisfacer ese plus de jugador de juegos de guerra y de ingenio que solía frecuentar hasta la obsesión en su vida civil. La sección de avisos fúnebres y de sociales de La prensa, La nación y La razón le permitían descubrir alianzas entre cúpulas militares, eclesiásticas y financieras que , cotejadas y matizadas con su archivo personal lo llevaba desde la época de Operación Masacre en donde tenía fichas que registraban las actuaciones de la Policía Federal y miembros del Ejército; junto con los testimonios, las escuchas clandestinas y las de onda corta de los noticieros internacionales, le permitían afinar sus hipótesis.
– ¿Qué representan las figuras de Walsh y Raab en el periodismo argentino?
-En este momento forman parte de una pedagogía de urgencia. Luego de la utilización de un niño, como hizo Jorge Lanata para lograr rating con métodos parapoliciales, de lo que Raúl Zafaroni denomina Plan Cóndor Judicial para atentar contra cualquier política de resistencia electoral al avance del totalitarismo corporativo en Latinoamérica, cabe recordar a estos dos periodistas críticos que ponían la investigación, las evidencias, el testimonio y la interpretación para desentrañara verdades ocultas que no tenían nada de post.
-¿Qué características distinguen a ambos ?
-Creo que Walsh utiliza más el modelo judicial y detectivesco mientras que Raab es más un cronista y un crítico y que Walsh garantiza su credibilidad en sus pruebas mediante la reconstrucción, la toma de testimonios y la búsqueda de indicios mientras que Raab lo hace en su propia autoconstrucción como archivo, por ejemplo cuando le recordaba a Enrique Pavón Pereyra, secretario de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad, durante un cruce de cartas polémicas, que él no era el primer entrevistado de su carrera: antes había entrevistado a Bertrand Russell, Jean Paul Sartre y Alberto Moravia.