El escritor italiano Paolo Giordano (Turín, 1982), autor de La soledad de los números primos, el libro que lo hizo conocido mucho más allá de las fronteras de su país, publicará En tiempos de contagio, una suerte de diario de la pandemia que en Italia ya se ha cobrado más de 6000 vidas y que resulta un fenómeno inédito en el mundo. 

Se trata del primer documento escrito sobre la pandemia y seguramente quedará en la memoria colectiva como el primer  intento de dejar registro de las consecuencias que produce no solo a nivel físico, sino también psicológico, de qué modo altera la vida personal y familiar y de los miedos y angustias que provoca. Si bien en los medios prácticamente no se habla de otra cosa y circula mucha información sobre la enfermedad, aún no había habido, hasta el libro de Giordano, un intento de narrarla desde la subjetividad de quien vive en un país en el que el Covit 19 ha hecho estragos.   

Babelia, suplemento cultural del diario El País de España, publicó un adelanto ayer, martes 24 de marzo. Mañana, jueves 26, la editorial Salamandra lo publicará en español en ebook, el 31 de marzo en audiolibro y el 16 de abril en papel.

El diario italiano Il Corriere della Sera anunció, por su parte, anunció que la versión en italiano  estará disponible el 26 de marzo en una coedición de ese diario con la casi mítica editorial Einaudi, donde durante tantos años trabajó el escritor Ítalo Calvino.  Se distribuirá no sólo en librerías, sino también en kioscos y con el producto del libro el autor financiará una investigación sobre epidemias realizada por la Scuola Internazionale Superiore di Studi Avanzati di Trieste (Sissa).

El texto abarca desde los momentos previos a la cuarentena, es decir, desde el mes de febrero,  hasta los contagios que comenzaron a multiplicarse hasta sumir al país en una crisis, al menos hasta el momento, sin control.

Comienza diciendo “La epidemia de Covid -19 va camino de convertirse en la emergencia sanitaria más importante de nuestra época.”

El autor  registra sus vivencias personales respeto de la pandemia al tiempo que reflexiona sobre las modificaciones que ésta producirá en el mundo. “Ayer –cuenta en un párrafo- fui a una cena con amigos. ‘ Es la última’, me dije. ´En cuanto sobrepasemos los dos mil afectados empiezo la cuarentena. Al entrar, no besé a nadie, lo que les molestó un poco. O mejor dicho se quedaron perplejos: por lo visto, la epidemia me ha afectado más de la cuenta. Como buen hipocondríaco, de tarde en tarde le pido a mi mujer que me tome la temperatura, pero eso es harina de otro costal: no tengo miedo de caer enfermo. ¿Y de qué tengo miedo? De todo lo que el contagio puede cambiar. De descubrir que el andamiaje de la civilización que conozco es un castillo de naipes. De que todo se derrumbe, pero también de lo contrario: de que el miedo pase en vano, sin dejar ningún cambio tras de sí.”

Su punto de vista no es solo el de un escritor. Giordano es licenciado en Física Teórica, por lo que además reflexiona sobre la pandemia desde un ángulo científico. En este sentido, se pregunta:

“—Entonces, ¿cómo detener el contagio de una vez por todas? —Con una vacuna. —¿Y si no existe?—. Con más paciencia. Los epidemiólogos saben que la única manera de frenar la epidemia es reducir el número de Susceptibles. Su densidad debe mermar hasta que el contagio se vuelva improbable. Es necesario alejar las canicas entre sí: cuando los choques disminuyan, la reacción en cadena se interrumpirá.”

A Giordano le costó bastante superar el éxito resonante de su primera novela, La soledad de los números primos, la que recibió diversos premios. Como suele suceder en esos casos, lo atormentaba que su segunda novela no estuviera a la altura de la primera, que obtuvo el galardón más importante de Italia, el Premio Strega 2008.

La última, Conquistar el cielo figura entre las novedades literarias que llegaron a la Argentina este mes. Entre una y otra median El cuerpo humano y Como de la familia.

Cuando en una entrevista en El País le preguntaron con qué escritores se sentía en deuda contestó: “David Foster Wallace porque ha despertado en mí el interés por escribir. Niccolo Ammaniti porque me ha enseñado cómo se cuenta la infancia. Michael Cunningham porque me ha enseñado cómo se cuenta la edad adulta.”

Pese al éxito con que comenzó su carrera literaria y pese al que seguramente obtendrá con su último libro dado que, más allá de sus virtudes  literarias, su tema nos abarca a todos, el sueño inicial de Giordano no fue ser escritor, sino cantante. El problema es que no tenía buena voz. En la entrevista mencionada explicó: “Escribía muchas canciones aunque descubrí que no tenía talento como músico. Siempre he sido un gran lector, así que decidí ponerme a escribir. La física, mientras tanto, siempre ha sido mi trabajo”.

La vida da vueltas imprevisibles, insospechadas. Nadie podía prever que el coronavirus sembraría el pánico en el mundo y seguramente Giordano tampoco previó que se convertiría en un autor de éxito y que transformaría la pandemia que asola al mundo en una bitácora de la evolución del virus y de sus sensaciones personales.