Dicen que el periodismo es el borrador de la Historia. Las imágenes de la muestra digital Paz, Pan y trabajo lo confirman, ya que constituyen, sin duda, un documento gráfico insoslayable de nuestra historia reciente.
Todas son parte del archivo Hasenberg-Quaretti conformado por unas 45.000 fotografías que son el resultado del trabajo como reporteros gráficos de Mónica Hasenberg y Brenno Quaretti. En 2019, ese archivo fue donado por Hasenberg a la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA para que fuera preservado por la institución.
Las fotografías de Pan, paz y trabajo fueron digitalizadas y procesadas y hoy constituyen un catálogo accesible en el que, además de las imágenes -cada una de las cuales cuenta con su descripción- también están las voces de varios de los protagonistas de aquella marcha histórica que convocara la CGT encabezada Ubaldini junto a algunos sectores políticos y de la Iglesia. Esas voces son las de Hasenberg, Ricardo Carrizo, Pedro Bayugar, Edith López, Magui Ubaldini , Carlos Minucci, Héctor Amichetti, Alfredo Moreno y Patricia Isasa. Las tres palabras que dan nombre a la muestra fueron la consigna de quienes ese 7 de noviembre de 1981 se dirigieron al Santuario de San Cayetano ubicado en el barrio de Liniers.
El trabajo sobre los negativos donados fue el resultado de la articulación entre el Centro Cultural, la Biblioteca Central Filo /UBA, el Programa de Discapacidad y Accesibilidad y publicaciones Filo /UBA.
En el prólogo del catálogo Hasenberg cuenta su historia que es también la historia del enorme archivo fotográfico que documenta parte de la historia argentina. “Soy Mónica Hasenberg –dice- fotógrafa de toda la vida. Desde muy chica aprendí el oficio con mi papá, pero yo me enamoré de la profesión cuando descubrí que lo que más me interesaba era retratar las luchas sociales por la conquista de más derechos y por Memoria, Verdad y Justicia.”
Con Brenno, su compañero de vida, comenzó a registrar las marchas de las Madres y las Abuelas y las movilizaciones contra la dictadura. “Miles de fotos de los años ochenta y contemporáneas -agrega- retratan un pueblo muy consecuente y que siempre está defendiendo lo conquistado y creando nuevas alternativas populares en forma colectiva. Me gusta la idea que tengo de que nuestra idiosincrasia es hija de luchadores de los pueblo originarios, de quienes se escaparon de las guerras y de la miseria, de anarquistas y de buscadores de nuevos aires. Nuestra Argentina digna donde siempre hay quienes llevan las banderas libertarias y de integración. Estas personas son les protagonistas de mis fotografías.”
Las imágenes están disponibles en https://cutt.ly/zgH12Fi