Con abrumadora frecuencia las presentaciones de libros suelen ser un trámite burocrático en el que el auditorio se aburre más de lo que disfruta. Esta, en cambio, marcada por la espontaneidad, fue una excepción notable. Careció absolutamente del almidón que la solemnidad generalmente le imprime a las exposiciones, para transformarse en una verdadera fiesta para futboleros y no tanto.

La Sala Carlos Gorostiza desbordaba de gente. El autor, Ricardo Gotta, integrante de Tiempo Argentino desde la primera hora, quien fue editor de la sección Deportes y ahora integra el Consejo Editorial del diario, rompió el intenso murmullo de la sala repleta para dar comienzo a la presentación.

“Me siento orgulloso de presentar mi libro en la Feria en una día como hoy en que, como habrán visto, hay gente por todos lados”, dijo, a lo que Carlos Ulanovksy –Ula, como se lo conoce en el medio- acotó “vienen por mí”, lo que produjo la primera de las muchas risas que hubo en el acto.

“Es la primera vez que estoy en la Feria y me alegro de que sea en un día en que está abierta a las Bibliotecas Populares que han estado tan atacadas en este último tiempo y que están esperando una ley que les asegure seguir recibiendo subsidios, para que no dejen de existir a fin de año. También me enorgullece que hoy sea el día de los trabajadores gráficos, el día de los taxistas y el día del nacimiento de Eva Perón. Además, hoy es 7 y está muy bien que sea hoy la presentación de este libro, Los 7 locos del fútbol. Además, estamos en el séptimo día de la semana y cerca de las 7 de la tarde.” El auditorio volvió a estallar de risa y el autor aprovechó para recordar los libros que escribieron los integrantes del panel. “Estoy en un medio campo de lujo –expresó- yo que alguna vez jugué al futbol hace mucho tiempo, antes de que mis rodillas me pararan: espero recuperar la pelota para hacerles pases a mis compañeros que son realmente grandes amigos.”

“Estoy muy contento de estar aquí –comenzó Víctor Hugo- y supongo que Ariel y Carlos podrán decir lo mismo, porque este es un acto de amor a un tipo maravilloso. Antes que nada, que gran periodista, Ricardo es un tipo fuera de serie por lo cual venimos gratificados, felices, a acompañarlo en la presentación de este libro que ya verán ustedes cuando lo lean, es una sucesión de historias formidables que tienen que ver con el fútbol. Es un libro con mucha literatura. La literatura en el fútbol podría decirse que es reciente, estamos hablando del ’70 y algo, con Fontanarrosa y toda esa gente. Es decir que hace unos 50 años que hay una literatura dedicada al fútbol, pero en los últimos tiempos hubo una profusión extraordinaria de este tipo de libros. Cómo podría no ser así, si como dice Dolina, el fútbol es una síntesis extraordinaria de todo lo que de humano hay. Es la solidaridad, es la traición, es el compañerismo… No hay aspecto del fútbol que no sea susceptible de un tratamiento literario.”

A continuación señaló la relación del título del libro presentado con el de Roberto Arlt. ”Cómo no va ser parte de la literatura, por ejemplo, Corbatta, ese hombre genial y trágico al mismo tiempo, que marca la tragedia de otros tiempos del fútbol, cuando los grandes jugadores terminaban, en todo caso, con la casita propia o la casita que habían llegado a comprarle a la madre, porque no ganaban las fortunas extraordinarias que hoy dan vueltas en el mundo del fútbol. Nombró a también las “figuras de otros locos” que no fueron incluidos en este libro pero que bien “podrían podrían figurar en un nuevo libro de Gotta. Son locos que enternecen, que provocan una profunda emoción.”

“Cuando lean el libro de Ricardo –concluyó- también se van a impregnar de ese amor por la literatura que el fútbol puede generar.”

“Quisiera comenzar destacando –tomó la pelota Ariel Scher- uno de los méritos no literarios de Ricardo. El primero de todos, como dijo Víctor Hugo, es que tiene tanta habilidad, tanto poder social en la Feria del Libro que logró armar esta cita de muchísima gente un día y a una hora en que no jugaba Racing.  De haber jugado Racing, Carlitos Ulanovsky y yo hubiéramos venido igual porque se trataba de Ricardo, pero hubiéramos venido con culpa. Es decir, que hoy nos ahorramos una sesión de terapia.”  

Se refirió también, en medio de la risas y los aplausos del público, que la sala en que se estaba llevando a cabo la presentación se llama Carlos Gorostiza “un extraordinario dramaturgo que escribió El pan de la locura. Es decir que Ricardo tiene también poder sobre las autoridades de la Feria para que le den una sala para presentar Los 7 locos del fútbol en la sala del autor de El pan de la locura”.

Señaló, repitiendo que las palabras de Víctor Hugo, que el autor “es un tipo extraordinario” y que si existe alguna prueba de que los dioses existen es que él “escribe como los dioses hace mucho tiempo”. Y agregó: “Es un tipo fenómeno que escribe fenómeno”. Rescató, además, la relación del libro presentado con Arlt. “Ricardo recupera el último texto de Arlt publicado en 1942, el único que tiene una alusión al fútbol. Ricardo escribe como Ricardo, pero invita a pensar qué hubiera dicho Arlt, que no era muy futbolero, que un tipo, muchos años después, 90 años después de la primera novela de Arlt escriba sobre 7 locos aludiendo al fútbol.”

Señaló que el primer libro de Arlt fue El juguete rabioso y luego Los lanzallamas y se preguntó qué son los personajes que Gotta incluyó en su libro, sino juguetes rabiosos y súper lanzallamas. “Y si algo generan estos tipos en nosotros es un extraordinario ´amor brujo`, dijo refiriéndose a otro título de Arlt. “Arlt –agregó- es uno de los tipos que mejor piensa la literatura. Y quién retoma eso, puesto en el fútbol, un tipo que es uno de los que mejor piensa en nuestro periodismo y, en particular, en nuestro periodismo sobre deporte, Ricardo Gotta.” También aludió a Guido Gotta, padre de Ricardo y periodista deportivo, cuya calidad de escritura –dice Scher- el autor de Los 7 locos del fútbol ha heredado.

Cuando le llegó la pelota a Ulanovsky, se autopresentó diciendo que hasta hace poco tenía una tarjeta personal que decía: “Hincha de Racing, periodista, escritor, en ese orden”.  “Tengo para mí –dijo- que las presentaciones de libros tienen mucho de fiestita de cumpleaños, tal vez sin torta con velitas, sin Happy Birthday pero con motivos de festejo muy reales. De modo, Ricardo, que te deseo que la pases muy bien. Feliz libro nuevo. Leí el libro, lo recomiendo vivamente porque tiene un nivel de investigación, de documentación propia, de búsqueda en archivos, impecable. Es un libro lleno de hallazgos, de rarezas, de guiños. Es un libro para leer un capítulo, volver a él cuantas veces se pueda y estoy seguro de que después de leerlo recién podremos decir, ´ahora sí que conocí a Corbatta, ahora sé bien quién fue Houseman o hasta ahora no sabía ni medio de George Best o de Narciso Doval.”

A continuación, fiel a su espíritu periodístico, empleo los minutos que le quedaban para hacerle algunas preguntas al autor. Un de ellas fue cuántos locos quedaron en el banco y no fueron incluidos en el libro. El listado, lo dijo el propio Ulanovsky, incluía más de cien, lo que Gotta corroboró con una lista hecha a mano sobre la que Ulanovsky ironizó `ahí saca el Excel´. “Hay de todo –contestó Gotta-, no todos son punteros derechos, hay arqueros, hay punteros izquierdos, pero hay una serie de quince o veinte punteros derechos por lo menos.” El que más le costó dejar afuera, dijo respondiendo a otra de las preguntas, fue Bernao. ”Las características comunes de todos los jugadores incluidos en el libro es que “jugaron al borde del abismo”, dijo. Se sucedieron anécdotas, comparaciones entre aquellos que dejaban la vida en la cancha y los que hoy hacen el corazoncito con las manos para que se vea en la transmisión televisiva. Gotta también se refirió a sus características como jugador, muy amateur, y a la causa que en su infancia lo llevó a hacerse hincha de River como uno de sus tíos.

El autor culminó la presentación, a la que la presencia de su nieto le agregó gran alegría, con una lista de agradecimientos encabezada por su padre. “Fue mi viejo –dijo- fue el que me llevaba a esa redacción de diario El Mundo, en la que pude ver quizá aquellos fantasmas de Roberto Arlt.” También agradeció a Tiempo Argentino; a José Luis Lanao, quien integró la Selección campeona del Mundial Juvenil del ’79 junto con Maradona, “un ex jugador que ahora escribe como los dioses”, y a los presentes. “En algún momento me pregunté por qué alguien vendría a una presentación de un libro mío -concluyó-. Si es por ellos, dijo refiriéndose al panel, si es por mí, si es por el libro… De todas maneras les agradezco muchísimo a todos. “