Nicolás Miranda, el artista chileno que revoluciona el espacio público con sus provocadoras intervenciones, también dejó una huella en las calles de Buenos Aires durante los últimos meses. En lugares paradigmáticos de la ciudad, sorprendió a los peatones con las esculturas de tres personajes: Juanito Laguna, una “chica turra” y un policía sacándose una selfie con una pistola en la mano.
Estas site specific, que en principio fueron fugaces (no más de 10 minutos cada una), se inmortalizarán en la galería de arte Pabellón 4 del barrio de Villa Crespo. La exposición “De la calle a la galería”, curada por Néstor Zonana y Evelyn Marquez, reúne 90 fotografías, un registro audiovisual de 15 minutos y las famosas esculturas que, después de tanto viaje, se disponen para el público general en la sala.
En diálogo con Tiempo, Marquez explica: “Las intervenciones urbanas de Miranda pueden resultar incómodas porque implican un diálogo con el entorno que en algunos casos es disruptivo. Por ejemplo, en Buenos Aires colocó la estatua del policía en el Espacio para la memoria Ex Club Atlético o a Juanito Laguna en la puerta de la Bolsa de Comercio. La característica transgresora de estas intervenciones requiere de un cuidado atento de la obra y del equipo de trabajo para que no suceda nada desagradable; en el marco de estas condiciones, terminan siendo intervenciones fugaces.
Por eso, la obra definitiva es el registro de la acción a través de los videos y las fotografías que se van a exponer en la muestra. Esto es lo que permite que la obra llegue a un público amplio, más allá de los transeúntes eventuales que pasaron por ahí en los pocos minutos que duró la intervención”.
Esta exposición representa la culminación de un intenso recorrido porteño por parte del artista chileno y su equipo, quienes llevaron a cabo 16 intervenciones site specific en lo que denominaron el proyecto Gente en su sitio o tentativas de una noble igualdad. Se trata de una dinámica de “camuflaje de un contexto y acople con el entorno; trabajar en el espacio para poder crear con los elementos que están dados”, tal como definió Miranda en varias oportunidades.
Las obras de Miranda en Argentina
En Argentina, las esculturas (hechas con telgopor, poliuretano expandido, masa modelar y pintadas con óleo) retratan a personajes anónimos de la ciudad, pero la operación implica instalarlos a través de los códigos del espectáculo, en un movimiento que difumina los límites entre lo extraordinario y lo cotidiano. La estatua de Juanito Laguna representa a cualquier chico pobre de Buenos Aires, pero Miranda la ha colocado, por ejemplo, en el Pasaje de la historieta junto a personajes emblemáticos como Mafalda.
Marquez no duda en comparar estas intervenciones con las tácticas del grupo guerrillero Tupamaro. “Aunque los Tupamaros no tenían objetivos artísticos, su enfoque en la comunicación efectiva a través de operaciones militares demostró que era posible usar el lenguaje del arte para impactar las estructuras sociales y políticas».
«Lo que hace Nicolás Miranda es una especie de operativo guerrillero en donde actúa con un equipo de personas que lo ayudan a trasladar las esculturas, hacer el registro de obra y la investigación previa. Planifica el lugar donde las va a situar y evalúa, por ejemplo, el tráfico de la gente que pasa a cada hora, en cada lugar, cuál es el momento más conveniente para llevar a cabo la acción, cómo mediar con las personas que se acercan», explica.
“Eso pasa muchísimo, las esculturas son muy realistas, a primera vista parecen personas, y a veces se acercan desde un lugar de curiosidad, a veces más inquisitivo o un poco más hostil de querer saber qué se está haciendo ahí y por qué. Y él planea establecer algún tipo de comunicación entre lo que ya está en ese punto de la ciudad que eligió -que puede ser un monumento, otra escultura, un edificio significativo- y lo que está añadiendo en ese lugar. La obra vendría a ser una interacción entre las dos cosas, entre lo que ya está y la creación de la escena con las esculturas”, concluye Márquez.
Además de las fotografías que retratan estas intervenciones, las tres esculturas que recorrieron la ciudad y el registro audiovisual de la aventura, en la exposición “De la calle a la galería”, habrá actividades especiales que incluyen charlas con Nicolás Miranda y recorridas con los curadores de la muestra.
La inauguración es este viernes 20 de octubre a las 19 horas en Galería Pabellón 4 (Ramírez de Velazco 556 pb, Villa Crespo).
Luego podrá visitarse de lunes a viernes de 14 a 19 horas.