A pesar de que en Estados Unidos hay 55 millones de hablantes, Trump ha decidido eliminar el idioma español de la web de la Casa Blanca así como de los perfiles de Twitter y Facebook. Coherente con su posición, tampoco habrá en su gobierno puestos de responsabilidad ocupados por latinos.
«Sorry, the page you’re looking for can’t be found (Disculpa, la página que estás buscando no puede encontrarse)», es el mensaje con que se topan ahora los internautas que intentan acceder a la página www.whitehouse.gov/espanol. La versión en español de esa página web se abrió por primera vez en los meses posteriores a la llegada al poder del ex presidente Barack Obama y hasta días antes del traspaso de mando tenía un blog dedicado a temas de interés de la comunidad hispana. Además, todavía no se ha nombrado un responsable de prensa para medios hispanos, un cargo que ocupaba hasta la fecha Gabriela Chojkier.
Tanto la Real Academia Española como el Instituto Cervantes han protestado ante la medida. «Es un retroceso notable si se tiene en cuenta la realidad de Estados Unidos en los últimos decenios, donde se registra una presencia cada vez más firme del español, con un número elevadísimo de hispanohablantes procedentes, en su gran mayoría, de Hispanoamérica», ha subrayado el director de la Real Academia, declaración que puede leerse en el diario El País de España.
Por su parte, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha opinado en el mismo medio sobre la polémica medida que considera una mala noticia «ya que el conocimiento y uso de diferentes idiomas en una sociedad es algo que sirve para vertebrar a un país y demuestra la riqueza cultural de una nación, tal y como sucede en España». Agrega, además, que el español es una lengua que, durante siglos, ha ayudado a cohesionar la multicultural sociedad norteamericana».
El director del Instituto Cervantes declaró a El País: «A mí el gesto, porque es un gesto simbólico, me parece grave porque hay que tener en cuenta que Trump es el presidente de todos los estadounidenses y hay un 18% de la población que habla español y el 95% de ellos considera que es muy importante que ellos, sus hijos y sus nietos, sigan hablando español», ha asegurado Víctor García de la Concha. Ese porcentaje del 18%, ha dicho, alcanzará el 23,4% en 40 años, es decir, «casi la cuarta parte» de los estadounidenses. «La fidelidad de los latinos, de los hispanos, al castellano no debe ser algo que un país, sobre todo uno que se ha hecho con inmigrantes de todas las partes, adopte ahora una línea totalmente contraria a la que están adoptando todas las naciones, es decir, el plurilingüismo», agrega García de la Concha.
Aunque Villanueva no ve la forma de hacer «una protesta oficial» recalca que en este asunto «no tiene interés solo el Gobierno español sino el de 22 países más, y especialmente a quienes tienen una parte significativa de su población en Estados Unidos. Esta es una cuestión que tiene que ver con la expulsión de las minorías».