Natalia Sánchez, que abrevia su nombre como Nat San para firmar sus trabajos, nació en Buenos Aires, pero en 2003 su familia se mudó a Santiago del Estero de donde es oriunda la familia de su padre. La Feria del Libro de esa provincia, por lo tanto, es para ella un espacio familiar. Hoy, 24 de octubre, Natalia o Nat participará de esa feria con una charla, Tiras incómodas. Para pensar la realidad. En diálogo con Tiempo Argentino, explica en primer lugar qué entiende por “tiras incómodas”.
“Llamo así a las tiras de humor gráfico que hago yo -dice- porque la búsqueda consiste en incomodar al otro, generarle una pregunta sobre un hecho de la realidad y generar también una reflexión a partir de eso, porque lo que suelo hacer es humor de crítica social, humor político. Por eso la búsqueda es generar risas a partir de una situación que quizá es triste o, incluso, trágica”.
Según entiende Natalia, la risa tiene ese poder de respuesta: a partir de la incomodidad generar una reflexión. “A veces la risa se produce por impotencia. La situación no se puede cambiar, pero al menos es posible reírse de ella.
“El humor –agrega- también es una forma de armar comunidad, de decirle al otro `esta situación es horrible, pero no sos la única persona que se está sintiendo así`.”
Y añade: “De las viñetas de Tiempo Argentino suelen comentarme mucho cosas como ´me río para no llorar`, algo que me parece bueno porque se genera una especie de comunidad, de compañía. Es como decirle al otro `compartimos esta sensación`. En mi caso, el humor es la herramienta para denunciar esas cosas que para mí están mal”.
Cómo se produce una tira según Natalia
¿De qué forma nace una tira? ¿Primero surge el texto y luego la imagen o viceversa? ¿De qué elementos de la realidad se nutre?
“En primer lugar –contesta Natalia- trato de mantenerme informada que de lo que pasa, de las noticias que van surgiendo. Sucede que tenemos la particularidad como país de que las noticias siempre son algo disparatadas. Lo que parece que no puede ser cierto, es cierto. Entonces tomo esas situaciones que están en la agenda y trato de darles una vuelta de rosca para poder hacer humor con eso”.
El segundo paso, explica Natalia, es sentarse a hacer el guion y luego el dibujo. “Tengo que estar muy atenta a cómo se van dando los acontecimientos porque vivimos en un país en el que pasan muchas cosas todo el tiempo y por esta razón cualquier tira que haga puede quedar desactualizada con la noticia del día siguiente. Eso afecta mucho el proceso de elaboración.”
Cuando llega el momento del dibujo, Natalia elige una tablet. “Trato de simplificar el dibujo –dice-, de no hacer algo muy complejo porque en el formato en que uno maneja en las redes sociales eso puede complicar las cosas. Trato de que la mirada esté puesta, sobre todo, en el guion. También caricaturizo a algunos personajes para que puedan ser reconocibles.”
En el campo de la ilustración, las pautas son distintas que en el humor gráfico. “El estilo que tienen las tiras de Tiempo Argentino, explica Natalia, lo adopté específicamente para las tiras que salen allí. Vi la línea que venía manejando Mora, quien hacía la tira antes que yo y no quise correrme mucho de eso, pero tampoco hacer lo mismo”.
“Lo que varió -cuenta- fue la incorporación del color que no suelo usar tanto en mis viñetas que son más bien en blanco negro. Fue un proceso de elaboración llegar al etilo que tiene la tira de Tiempo Argentino”.
“La charla que voy a dar es en el marco de la Feria del Libro de Santiago del Estero y voy a hablar más o menos de esto, de cómo me acerco al trabajo de humorista gráfica, cuál es mi referencia, cuál es mi búsqueda”.
“Lo que suele pasar mucho con el trabajo de humor gráfico, más cuando el medio en que trabajas tiene una marcada línea política –concluye Natalia- es que a veces recibís críticas de los que están de tu misma vereda y otras veces, de los que están de la otra vereda. Entonces se trata de animarse a correr los límites para generar esa incomodidad de la que hablábamos al principio”.