Los libros de Ariel Idez nunca defraudan. Escritor de pluma filosa, inteligente, disparatada. Rebelde con causa, su estilo es difícil de encasillar. Cuentos, ensayos, presentaciones, novela longseller. Relatos fantásticos, realistas, “realismo fantástico”, arriesgó hace poco Daniel Mundo en una reseña luminosa. ¿Qué importa el corsé de los géneros? Idez hace literatura a secas. De la buena.

Modus operandi. Relatos 2010-2020 es el nuevo libro del autor de la novela La última de César Aira (2012), del ensayo Literal. La vanguardia intrigante (2010), de los cuentos de No vas a ser astronauta (2010) y Luz y fuerza (2014) y de Elogio de la pérdida (2016), una antología con presentaciones imposibles de obras improbables en el camino del Bolaño de Literatura nazi en América y las Vidas imaginarias de Marcel Schwob.

Por senderos borgeanos que se bifurcan y trifurcan nos mete Idez en los siete cuentos, dos inéditos, que engordan Modus operandi, obra publicada por el activo sello Larria Ediciones. En realidad ocho, si sumamos “Claridad”, el track fantasma ausente en el índice, un cover  literario monstruoso del ya de por sí enroscado cuento “Tinieblas” del boedense naturalista Elías Castelnuovo.

Sin repetir y sin spoilear, un punteo breve de algunos hits del libro. Arranca con “Carne”, donde se narra vida y obra de un artista de vanguardia pop argento cuyo material de trabajo son las bolas de lomo, las medias reses y las sangrientas vísceras. José Antonio Manfreddi, el matarife alabado por el Di Tella que encumbró a “la milanesa como metáfora y metonimia del país carne”. ¿Acaso los críticos gurúes no dicen que el futuro de la Argentina está atado a una vaca muerta? Sin dudas, Manfreddi es algo así como un Warhol conurbano. Sus potentes obras “Milanesas con guarnición” y “Chancho burgués”, la versión peronista de las aguadas sopitas Campbell.

Luego la deriva nos lleva en “Zafiro” hasta un hotel alojamiento. El telo, ese escenario extrañamiento poco explorado en el vigoroso corpus de la literatura parida en estas pampas. Historia de un amor, de un voyeur, de un juego de espejos. La trama de “Una tragedia argentina” comienza con la muerte de una madre y su hijo. Se les cae encima un balcón. Así es la tragedia nacional, desde la génesis. El cuento detalla tongos y batallas en un consorcio para arreglar el frente y contra frente de un edificio porteño. Humor ácido y delirante realismo vecinal.

Por último, no por ello menos importante, vale la pena pegarse de frente contra “Modus operandi”, que aborda el extraño caso de un grupo terrorista que asola Buenos Aires. Los medios no hablan de otra cosa: peatones suicidas que impiden el desplazamiento automotor por la ciudad de la furia. Crónica detallista: nombres, apellidos, modelos de los autos, ubicación geográfica de cada siniestro y la persecución frenética de la secta que agrupa a los peatones kamikazes. La pesquisa sin respiro de las autoridades hasta que las estadísticas por accidentes de tránsito vuelvan a los aterradores números previos al tsunami suicida.

Idez es un escritor, periodista y maestro de narradores que reivindica el goce de escribir. Modus operandi reúne una década ganada de su trabajo. Secreto a voces de la literatura argentina contemporánea. Lectura obligatoria.