Hace cuatro años, un 25 de julio, partía León Ferrari, uno de los artistas plásticos más relevantes de la historia cultural de la Argentina. Lo hacía luego de marcar una época y de sacudir la conciencia de sus contemporáneos no sólo desde lo artístico, sino también desde lo político, a partir de una mirada de la realidad construida sobre postulados estéticos siempre disruptivos, capaces de interpelar con impactante lucidez a la sociedad de su tiempo y, por qué no, también a las del futuro. Eso es lo que siguen representando la figura y la obra de Ferrari: una usina de preguntas y respuestas que nunca se conforman con aceptar mansamente el estado de las cosas, sino que se hacen fuertes señalando las contradicciones evidentes pero no necesariamente visibles (al menos no para todos) de un mundo cada vez más amenazante, cruel, desigual.
Cabal representante de su propia generación, que comparte con artistas de la talla de Luis Felipe «Yuyo» Noé, Alberto Cedrón, Ricardo Carpani o Juan Carlos Romero, la potencia de la obra de Ferrari se mantiene inalterable y continúa impactando con la fuerza de lo manifiesto, tanto en quienes acceden a ella por primera vez como en aquellos que ya la conocen extensamente y en profundidad. A cuatro años de su muerte, el trabajo de Ferrari sigue siendo como una trompada sin aviso en la cara del espectador y no hay muchos artistas capaces de sorprender de un modo tan salvaje y revelador.
Por todo ello (y por mucho más), es un orgullo para Tiempo Argentino honrar la memoria de Ferrari, quien justo hoy habría cumplido 97 años, compartiendo a partir de este domingo y cada 15 días, cuatro reproducciones de algunas de sus obras más reconocidas y poderosas. Se trata de la polémicamente célebre La civilización occidental y cristiana (1965); El Papa insistió (1965); y dos obras sin título, una perteneciente a una serie de ilustraciones publicadas por la Conadep y otra de la serie Imagens, de 1979, que es la que acompaña la presente edición.
La iniciativa es posible gracias a la intermediación de la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo (FALFAA). Dedicada a funcionar por un lado como archivo que respalda el recorrido artístico de León Ferrari y también el de su padre Augusto, arquitecto, pintor y fotógrafo, la fundación también se propone el objetivo nada sencillo de idear y promover actividades que amplifiquen la experiencia del arte en todas sus expresiones y ámbitos creativos. La publicación y entrega de estas cuatro láminas es, justamente, una iniciativa que busca acercar el trabajo de Ferrari a nuevos públicos a través de un canal y de un formato popular, manteniendo más viva que nunca la memoria y la obra del genial artista. «
Para socios
Regalos. A fin de mes se sortearán dos serigrafías de Ferrari, una entre los socios históricos del diario y otra entre quienes se asocien durante septiembre. Bajo este mismo esquema los socios accederán al sorteo de varios ejemplares del libro El caso Ferrari y otras tres publicaciones que incluyen reproducciones de sus trabajos.