Los objetos son los protagonistas. Bajo esta premisa, el periodista argentino Roberto Herrscher convocó a un grupo de cronistas a compartir historias que han quedado condensadas en «La voz de las cosas», un libro coral recientemente editado por Carena, en Barcelona, pero que pronto comenzará su recorrido latinoamericano.
La obra, en la que participan 25 periodistas de 11 países de la región, prueba la riqueza, amplitud y vigencia del periodismo narrativo, ese desafiante género que utiliza las herramientas de la literatura para contar historias reales.
A lo largo de cuatro capítulos, se desarrollan crónicas que cuentan a otros a partir de sus objetos; que plantean una doble mirada: la de los personajes y las comunidades que los crean, los usan y les dan sentido; que nos recuerdan a quienes ya no están y, finalmente, una sección más personal, con un tono más bien autobiográfico.
Siendo un país con una larga tradición en este género, no extraña la presencia de ocho cronistas argentinos.
Diego Fonseca, por ejemplo, se acerca a sus objetos desde el ensayo narrativo en dos textos. En uno, se refiere al tapabocas; en otro, a desiertos que circundan y definen la vida de los habitantes. Uno es un objeto que nos ponemos en la cara. Otro nos atenaza desde afuera.
Ernesto Picco y Federico Bianchini cuentan historias de investigación científica, peleas políticas o la rica relación entre el universo y las miserias locales. El primero, a partir de las peripecias de un meteorito. El segundo, a través de las andanzas de unos huesos de dinosaurio.
También hay relatos dolientes, como los de Herrscher, Federico Lorenz y Florencia Mártire que comparten las muertes de sus padres. O el de Carlos Gamerro, que escribe sobre el duelo por un hijo muerto y la pertinaz, luminosa penumbra de la memoria.
La periodista y poeta santafesina Ivana Romero construye un doble recuerdo de una época oscura y el agujero musical de Bruce Springsteen, por donde se cuela la luz, a partir de una inquietante y bella relación epistolar que explota en el envío de una caja de maravillas.
Hay historias que siguen a los objetos que muestran a sus amigos humanos, como la de la periodista mexicana Cecilia González, radicada hace dos décadas en Buenos Aires, quien sigue las andanzas de las baterías de Enrique ‘el Zurdo’ Roizner, un legendario y querible baterista argentino de 80 años que en sus más de seis décadas de carrera musical ha tocado con los músicos más importantes y que hoy es la estrella de la banda de Kevin Johansen.