El escritor Jesús Marchamalo y el dibujante Marc Torices se propusieron trabajar juntos para hacer una biografía del autor de Rayuela que reuniera palabras, formas y colores. El libro se llama Cortázar a secas y fue presentado en el Salón del Cómic de Barcelona.
Según explican los autores, la ideas nació en 2014 cuando la editorial Nórdica contactó a Marchamalo (Madrid, 1960) -curador de dos exposiciones sobre el escritor argentino y autor de Cortázar y los libros– para plantearle la posibilidad de una biografía ilustrada del autor argentino, en la que ha sido su primera incursión en el género. «No soy un experto, pero me interesa mucho la novela gráfica, no debe considerarse como literatura menor, y solo por su función como puerta a la lectura, el valor del cómic es incalculable», afirma el escritor. La obra estará en América Latina en unos tres meses.
En esta obra de casi 230 páginas aparecen aspectos esenciales de la vida del escritor. Su infancia, los constantes viajes, el jazz, París, la revolución castrista o esa mala salud que lo llevó a la tumba demasiado pronto, en París, con apenas 69 años, convertido en ciudadano francés, nacionalidad que adoptó en protesta contra la dictadura militar argentina. «La vida de Cortázar está, de algún modo secreto, regida por el azar. Los sucesos misteriosos, las casualidades mágicas, en apariencia, que se repetían casi a diario como señales», se indica en las primeras páginas. En ellas figuran también también figuran otros personajes conocidos que fueron parte de su existencia, como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Francisco Ayala, José Lezama Lima o Fidel Castro, además de las mujeres de su vida, Aurora Bernárdez (en sus dos etapas), Ugne Karvelis y Carol Dunlop.
En los últimos tiempos el cómic se ha impuesto como formato para abordar la biografía de diversos escritores. De este modo, parece que la vida de los creadores literarios apunta a un público más amplio, especialmente a los más jóvenes que encuentran en ese género un atractivo que les facilita la entrada a diversos mundos. Cabe aclarar que el propio Cortázar se acercó al cómic con Fantomas contra los vampiros multinacionales, un libro estrechamente ligado a su militancia política.