La actriz Anya Taylor-Joy, nacida hace 24 años en Miami, hija de padre argentino de ascendencia escocesa y de madre anglohispana, ganó ayer a la noche el Globo de Oro como mejor actriz protagónica en la categoría miniseries por su labor en el éxito de Netflix, Gambito de dama. La noticia, que no reviste mayor trascendencia que la del resto de las categorías premiadas, tuvo sin embargo una inesperada derivación. Es que durante su cobertura de la gala de la 78° entrega de los galardones que distribuye la asociación de la prensa extranjera de Hollywood, la popular revista del espectáculo Variety definió a la blonda actriz como “mujer de color”. La extraña confusión no tiene nada que ver con el tono de la piel de Taylor-Joy, quien es notoriamente blanca, sino con el absurdo sistema de segmentación racial con el que la mayoría blanca que domina la sociedad estadounidense suele percibir a los demás.
En el párrafo que Variety le dedicó al premio recibido por la joven actriz dice, textualmente: “La argentina Taylor-Joy se convierte en la primera mujer de color en ganar en esta categoría desde que lo hiciera Queen Latifah el pasado 2008. Además, es la quinta mujer de color en conseguirlo desde 1982, (cuando la categoría de Miniserie fue incluida en los premios). S. Epatha Merkerson, Halle Berry y Alfre Woodard fueron las otras mujeres en conseguirlo previamente». Cuando diferentes voces se alzaron para hacerle notar a la revista que no correspondía colocar a Taylor-Joy en una línea de continuidad con las otras cuatro actrices mencionadas, todas ellas afroamericanas, Variety eliminó dicho párrafo. Y a modo de mea culpa agregó una nota final en la que informaba que el contenido del artículo había sido modificado, que en las versiones previas se mencionaba a Taylor-Joy como “persona de color” y que ella misma se identificaba como “white latina” (latina blanca).
La ahora popular actriz, que ganó consideración en 2015 gracias a su rol protagónico en la extraordinaria película de terror La bruja, nació en 1996 en Miami, aunque ella se reconoce como propia de “muchos lugares”. Menor de seis hermanos, desde muy pequeña y hasta los 6 año, Taylor-Joy vivió en Argentina y no duda en señalar que aquellos años definieron su personalidad, que la mayoría de sus gustos los asocia con nuestro país, del que se siente «orgullosa».Hija de madre española-inglesa y padre escocés-argentino, la actriz habla un castellano perfecto, aunque con el típico acento porteño. Durante su etapa de escolarización en la Argentina, Taylor-Joy asistió entre 1999 y 2002 al colegio mixto y bilingüe Northlands School, en la localidad bonaerense de Olivos, el mismo donde se formó la Reina de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta, también de origen argentino.
En un video que circuló cuando Netflix estrenó Gambito de Dama, la joven se definió a sí misma y de la Argentina con mucho cariño. «Vengo de muchos lugares diferentes pero creo que mi forma de ser y mi actitud en la vida es de Argentina y agradezco mucho esa parte de mi historia. Me siento orgullosa de vivir en Argentina», señaló. «Mis comidas preferidas son las empanadas, el pan de provolone, que me gusta más que la pizza, y los churros con dulce de leche», reveló la chica, que al parecer es más argentina que el mate.