La candidatura de Javier Cercas fue presentada por Pedro Álvarez de Miranda, Clara Sánchez y Mario Vargas Llosa y su elección fue aprobada por el pleno de la Real Academia Española en la sesión del 13 de Junio de 2024.
Cercas nación en Cáceres en 1962 y saltó a la fama mundial en 2001 con su libro Soldados de Salamina, su cuarta novela. El libro no sólo fue un éxito de ventas, sino que fue elogiado por diversas personalidades del mundo de la cultura como Susan Sontag y el Premio Nobel J.M. Coetzee.
En el libro, como es su característica distintiva, mezcla realidad y ficción. Uno de los impulsos para escribir la novela fue el frustrado fusilamiento de su padre durante la Guerra Civil. Así abre el ciclo sobre la España de esa época que se cerrará con El monarca de las sombras publicado en 2017.
Otro libro de Cercas con enorme repercusión a nivel internacional fue, además de El monarca…, El Impostor, que narra la vida de un hombre, verídica según el autor, que vivió toda su vida como sobreviviente de un campo de concentración. Dictó conferencias al respecto, viajó y se sostuvo la mayor parte de su vida basándose en esta mentira, hasta que se descubrió.
En concordancia con la tradición que indica que quien ingresa a la RAE debe elogiar a su antecesor dijo Cercas respecto de Javier Marías diciendo que era un “psicólogo sutilísimo, un espeleólogo capaz de alcanzar los últimos recovecos de nuestra conciencia y orientarse en la maraña inextricable de nuestras motivaciones”.
También lo definió como “un gran arquitecto, o un gran músico cuyas novelas «están construidas como sinfonías, a base de repeticiones y variaciones de motivos cuyos significados se expanden, se entrelazan y se vuelven más profundos, ambiguos y complejos gracias a ese constante variar y repetir, a ese tejer y destejer constante”. Señaló también su condición de excelente traductor.
Javier Marías ocupó la silla “R” de la Academia desde 2008 hasta su fallecimiento.
Cercas fue recibido por Clara Sánchez, la encargada de darle al flamante miembro de la Academia la bienvenida a la institución.
Cercas y su discurso de ingreso
Cercas dio el tradicional discurso de ingreso a la RAE con un texto que tituló Malentendidos de la modernidad. Como no podía ser de otro modo tratándose de un escritor, en él hizo un encendido elogio de la literatura. Para Cercas ésta debe ser considerada como un placer, minoritaria, debe evitar se propagandística ni pedagógica, es completada por los lectores.
Según consta en la página de la RAE referida al acto de ingreso de Cercas, el primer malentendido explicitado por él tiene que ver con la relación del escritor con la sociedad. “Soy incapaz –afirmó- de alegar el nombre de un solo escritor español de primera fila que, en los dos últimos siglos, fuera por completo indiferente al destino de su país; no lo fue, desde luego, ninguno de los grandes iconos de la vanguardia literaria occidental”.
Y agregó: “Ninguno de esos autores centrales de la Modernidad —casi ningún gran autor del que yo tenga noticia— se inhibió de la realidad que lo rodeaba”.
Pero para logar involucrarse con su tiempo debe permanecer, al igual que el científico, un tanto aislado para poder hacer su trabajo de la mejor manera posible.
El segundo malentendido señalado por Cercas es creer que el la figura central de la literatura es el autor. “Falso: el protagonista de la literatura es el lector, que es quien termina los libros», afirmó.
Y añadido: “El significado de un texto depende en exclusiva del diálogo —intransferible, imprevisible también— que se establece entre el lector y el texto”. “Lo mejor que le puede ocurrir a una obra literaria es que la comunidad se adueñe de ella. Para un escritor, la auténtica inmortalidad es el anonimato”.
Cercas estableció que el tercer malentendido tiene que ver con la llamada “literatura popular”, un concepto con el que no concuerda demasiado porque “el público no existe: lo único que existe son los lectores concretos, cada uno de los cuales es distinto y “un escritor de verdad solo escribe lo que lleva en las entrañas, lo que en cierto sentido no tiene más remedio que escribir”
«Al menos a corto plazo –expresó Cercas- hay libros buenos que se venden mucho y libros buenos que se venden poco, igual que hay libros malos que se venden mucho y libros malos que se venden poco. No estoy a favor de la literatura popular, insisto; de lo que estoy a favor es de la popularidad de la literatura”.
Según Cercas, existe aún otro malentendido respecto de la literatura que es su carácter útil o inútil. “Es verdad –afirmó Cercas- que la utilidad de la literatura, o del arte en general, se asienta sobre una paradoja; esta radica en que la literatura es útil siempre y cuando no se proponga serlo”.
“Si la literatura se toma en serio a sí misma, si el escritor es fiel a sus obsesiones y se exige lo máximo y no tiene miedo y se arriesga a llegar hasta el fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo —como escribió un coetáneo de Flaubert y de Wilde: Charles Baudelaire—, entonces la literatura no solo puede ser placer y entretenimiento y dicha y exaltación, que es lo primero que debe ser, sino también consuelo y purificación y conocimiento y autoconocimiento”.