Según lo anunció el director de la Real Academia Española (RAE) Darío Villanueva, en la última edición online del Diccionario de la RAE correspondiente a la vigésimo tercera edición de dicho diccionario, la frase “sexo débil” como alusión a un conjunto de mujeres será considerada despectiva, mientras que la frase “sexo fuerte” será considerada irónica. 

El académico aclaró que se trata de una “marca” en la entrada de la palabra “sexo” y, efectivamente, quienes consulten la versión online aludida encontrarán que dice: sexo débil: 1 m. Conjunto de las mujeres. U. con intención despect. o discriminatoria. Antes de la modificación, sexo débil era definido sencillamente como conjunto de mujeres. De esta forma, el diccionario de la RAE lo que hace es introducir un matiz a la expresión, no suprimirla. 

Previendo los reclamos que suelen hacérsele respecto de cuestiones de género, Villanueva se apresuró a explicar que el diccionario «no crea o inventa palabras ni obliga a su uso» que no es sólo una “fotografía del vocabulario de hoy, sino también del que hemos heredado”. Y agregó: «Jamás tendremos un diccionario políticamente correcto» ya que sería destruirlo», aunque anunció que están trabajando en que sea el «más igualitario» hasta la fecha.

 Recientemente una joven, Sara Flores Romero, juntó firmas a través de Change.org para que quitaran del diccionario la expresión “sexo débil”. El texto a través del cual solicitaba las firmas decía: “Es increíble que en los tiempos que corren se sigan permitiendo estos machismos y más en una institución tan importante como es La Real Academia Español» que dice ´velar por el buen uso de la lengua española´. Creo que son definiciones que no deberían existir por el mero hecho de que seamos mujeres u hombres. Como mujer que soy es normal que me sienta ofendida y también pienso que es una gran ofensa para todas las mujeres y para todas las que han luchado por que hoy en día tengamos derechos. En pleno 2017 me parece vergonzoso que todavía queden mentes tan cerradas. Cuantas más personas firmemos esta petición (hombres y mujeres) más posibilidades tendremos de que la RAE reconsidere estas definiciones y actúe para eliminarlas.”

 La escritora Soledad Puértolas, que forma parte de la Real Academia Española desde 2010, dijo en esa oportunidad al diario El País: “Yo le preguntaría a esta chica por qué cree que débil está mal, si se considera más fuerte que los hombres como mujer. Yo reivindicaría como mujer mi debilidad, y ello no implica inferioridad». Puértolas consideró que la RAE debe ponerse también a trabajar sobre la palabra débil. 

Villanueva aclaró también que la decisión de agregar que la expresión “sexo débil” tiene un matiz despectivo no está relacionado con esta petición, sino que la precede.

 Ésta es sólo una de las más de 3000 modificaciones que introdujo el Diccionario de la RAE. También el término “posverdad” figura en él definido como: “1. f. Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad.” 

Además, la nueva edición  se recogió términos como táper, fair play, buenísimo, mariposear y muchos otros que no son familiares para los hablantes de español de diferentes latitudes como jelipóller que significa tonto o estúpido, postureo que alude a una actitud impostada o pinqui, prenda femenina que cubre la planta, el talón y los dedos y también persona fanática del color rosa.

 Los reclamos acerca de cuestiones de género son los más frecuentes que recibe la RAE. Sin embargo, la institución no tiene poder de policía sobre las palabras, sino que incorpora términos y expresiones que utiliza la sociedad aunque no sean políticamente correctos. Su función no es legislar sobre la lengua, sino recoger las palabras y expresiones de los hablantes del español.