La música popular contemporánea argentina continúa ofreciendo nuevas propuestas que amplían su panorama sonoro mediante una búsqueda basada en las raíces de nuestra cultura.

Tal es el caso de la Orquesta de nuevos compositores y Alejandro Polemann con su grupo Flor de enchastre, que acaban de editar sendos trabajos enmarcados en indagaciones estéticas originales.

Surgida en 2013 como una comunidad musical autogestiva, la Orquesta de nuevos compositores presentará se segundo disco, «Imaginaria», este viernes a las 21 en Hasta Trilce, Maza 177.

...

La agrupación está integrada por Lucrecia Carril en guitarra, violín y canto, Luciana Castaño en violín, Sergio Desanze en piano, Nicolás Falcón en bajo, Suki Florín en acordeón, Iván Katzman en flauta, Valeria Krumecadyk en saxos, Carlos Molinero en guitarra y voz y Nahuel Morfeo en guitarra eléctrica.

Las diez piezas del flamante álbum recorren diversos caminos estéticos siempre inspirados en patrones musicales del folklore argentino y latinoamericano.

Esta última característica se evidencian en temas como «Orfebre», con su espíritu cercano al candombe, o el aire brasileño que respira «Al dente».

El espíritu del folklore argentino florece en composiciones como «Yendo juntas», «Cueca pa Don Luis» o «La imaginaria».

Un acercamiento sonoro más urbano se hace presente en «Obdulio» (con su intrincado trabajo contrapuntístico) o «Fantasía III», en tanto que los temas cantados («Kri kri» y «Al sur del riachuelo») se integran con el mismo tratamiento de arreglos que prima en toda la placa.

Y es que el elaborado trabajo de orquestación de cada composición, realizado por cada uno de sus autores, posibilita una amalgama de colores rica y variada, lo que le aporta a «Imaginaria» una fresca coherencia sonora que sorprende a cada compás.

Identificado con la tradición de la canción urbana, Alejandro Polemann y su proyecto Flor de enchastre continúa un camino personal en el que la música y las palabras consiguen una comunión ideal para representar situaciones y sentimientos cotidianos. «La vida no sería la misma», su tercer trabajo discográfico será presentado mañana, sábado 22 a las 21 en Hasta Trilce.

...

El grupo, integrado por Polemann en voz y guitarra, Hugo Bochard en coros y percusión, Miguel Frasca en bandoneón, Federico Salgado en bajos, Alejandro Soraires en saxos y varios músicos invitados, recorre un amplio arco de la canción contemporánea, como la murga oriental en la canción que da título a la placa.

«Alguna ciudad», con su retrato de una metrópoli a la que le falta el carnaval, cuenta con el ritmo contagioso de la agrupación de percusión Batocando, mientras el sonido de la tradicional fiesta pagana vuelve a aparecer en «La cita», con la participación de la murga El remolino.

El barrio y las citas de lo urbano siempre están presente, como ocurre en «Las voces de la alegría», un reggae con un sabor especial que le otorga un instrumento muy asociado a la música porteña, el bandoneón. 

El vals «Quare non moriaris», con la contribución de Cristian «Cholo» Castello también remite al barrio, aunque con una lírica con espíritu sarcástico en el que se destaca además un elaborado trabajo a tres guitarras.

Las trece canciones que integran el álbum muestran la habilidad con la que  Polemann elabora sus canciones con letras inmersas en imágenes de gran sensibilidad.

«Volví con pañuelos blancos», tema que antecede al instrumental «Plaza 56» que cierra el disco, recorre de manera poética la historia del último medio siglo en nuestro país, que en estos tiempos sombríos necesita de la cultura popular para abrigar nuevas esperanzas para el futuro.