Entre las grandes novedades editoriales que se anuncian para este mes figura un nuevo poemario, el quinto, del siempre polémico Michel Houellebecq. Se trata de Configuración de la última orilla, editado por Anagrama. Los otros cuatro están reunidos en el volumen Poesía, editado por la misma editorial en la misma colección, Panorama de narrativas. Dichos poemarios son: Sobrevivir, El sentido de la lucha, La búsqueda de la felicidad y Renacimiento.
Varios críticos coinciden en afirmar que mientras su prosa resulta revulsiva por deliberada intención de incorrección política y por su islamofobia -luego del ataque a Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015, día en que su novela Sumisión llegaba a las librerías, recibió protección policial- su poesía, «es una imagen especular de su obra narrativa, y en ella asoma también el escritor radical, obsceno, misógino, cáustico, visceral, provocador».
Su nuevo libro de poemas, que en Francia apareció en 2013, recorre los territorios del dolor, el amor, la muerte, el sexo, la rabia, la dominación y el absurdo. En el momento de su edición francesa, bajo el sugestivo título Houellebecq le canta al amor, Forent Georgesco escribió en el diario Le Monde: «La publicación de Configuración de la última orilla, su quinto libro de poemas y el primero que aparece luego de su retorno a Francia tras un largo exilio, ofrece la ocasión de ver entre sus nubes la figura mediática del escritor francés vivo más leído del mundo. Pero permite, sobre todo, percibir qué hay detrás de la comedia. Confesiones, estallido de la palabra cruda, directa y, a la vez, secreta, sobre la vida, la naturaleza, el amor, el sexo, el momento actual. Se trata de un libro sobre su propio autor que atraviesa y desafía todo e invita a ver los horrores de la condición común. Invita, además, a una intimidad intelectual y espiritual que impulsa a preguntarse acerca de una experiencia poco común: ser Michel Houellebecq»
Por su parte, Eric Loret, de Libération, escribió: «Al leer Configuración de la última orilla uno experimenta la sensación de una pérdida irreparable, de un cáncer siempre a punto de emerger, pero el dolor es sordo, está casi oculto, resulta ser siempre grotesco hasta la carcajada, como en los cuadros de James Ensor.»
En forma paralela a la presentación de su último poemario traducido al castellano, se realizará una exposición, Reste vivant (Seguir vivo) en el Palais de Tokio de París curada por Jean de Loisy. En ella podrán verse fotografías de territorios baldíos, retratos eróticos, imágenes de su perro Clément y colaboraciones con otros artistas como el pintor Robert Combas, Maurice Renoma y el cantante Iggy Pop.
En Argentina, seguramente, el libro será recibido como se reciben por lo general sus obras, con un marcado enfrentamiento entre quienes lo consideran un escritor excepcional y entre quienes detestan sus provocaciones que consideran una forma del marketing muy al estilo de las grandes estrellas de rock.